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martes, 8 de septiembre de 2020

Revelación

Y un día desperté, y vi muchas frases que rezaban 'te amo', desperdigadas por toda mi casa. 
Al principio, cuando vi la primera, me pareció una pequeña calamidad, una de esas maravillas de la Vida que miras un día, y a la que sonríes con la pupila y con los labios, casi como una reacción inconsciente y culposa, que cruza por tu ser.
Hoy, cuando las dos palabras son algo ya constante en las circunstancias del Espacio, desdibujadas en la pequeña bolsa que significó uno de tus obsequios, en la superficie de la puerta del refrigerador, y entre otros lugares cotidianos, me detengo a extrañarme por lo que acontece.
Y es entonces que tomo consciencia de cuánto te extraño cuando leo esas dos sencillas palabras.
Y es cuando miro anonadado, se dobla mi ceja en señal de profunda interrogante y reflexión, y comprendo que las veo ahora, en este instante, porque algo ha cambiado dentro de mí.

Lo primero que podría decir es que reconozco que te amo.
Lo que es más valioso y justo aceptar, es que en realidad me has enseñado a amarme a mí mismo...

Escucho:
Specialist | Interpol