La tarde de ayer llovía.
Normalmente leo bajo la sombra del árbol de
durazno.
Sobre la hamaca.
En el jardín.
En el patio del rincón, de la casa.
Con la compañía de un perro.
Como arquitecto diseñé ese espacio.
En realidad jamás pensé en un jardín enrinconado.
Mucho menos en la sombra frondosa de un árbol.
Jamás imaginé una hamaca.
Mucho menos la compañía de un perro.
En el momento que diseñé ese espacio tenía un
trabajo institucional estable, un salario definido, y un trastorno obsesivo
compulsivo.
No necesitaba nada de lo que ese espacio
proyectaba.
El Espacio -sin embargo- cobra su propia Vida.
Y la Vida reclama su propio Espacio.
Hoy, que llueve, leemos dentro.
No hubo trabajo.
He perdido algo querido.
Y me siento más que deprimido.
La Lluvia no ayuda.
Pero el
Espacio reconforta.
Me reconforta creer que el espíritu sabe lo que
acontece dentro de nosotros como seres humanos, y que fue mi espíritu quien
diseñó ese espacio -desde mi Inconsciencia-
en un momento donde no lo necesitaba.
Siempre me pregunté por qué ese tamaño.
Por qué tan frío.
Por qué distante.
Por qué tan colorido -con colores de escuela
Primaria-.
Hoy, que llueve, y que no podemos salir a leer
encima de la hamaca, abro el libro en turno, y me siento libre.
Tan libre como el libro me lo inspire.
Y comprendo que el Espacio es amplio, para albergar
la Infinitud de mi propia Imaginación.
Es frío, para albergar el Calor de un perro que lo
haga confortable.
Es distante, para permitirme aislarme en la
necesaria Soledad de la Meditación profunda.
Y es colorido como crayolas, para recordarme la Alegría propia de la Infancia.
Porque a pesar de que hoy pudiera no contar con el
Cariño de las personas que más quiero, cuento con la Guía de mi propio espíritu, que siempre se adelantará a satisfacer
nuestras más profundas necesidades, aunque pienses que lo que vivas en un
momento dado, no es para ti.
Y es que
aprendí que la Vida -a través de tu espíritu- jamás te da en un momento dado lo que quieres, sino más bien, lo que
necesitas.
Escucho:
Jumper |
Third Eye Blind