Esta mañana, temprano, hemos
salido, con cámara en mano, mirando el contraste de la luz del sol iniciando el
día, e iluminando el árbol frondoso de nuestro jardín, incluido –por cierto– en nuestro logo del despacho [no pensamos que el árbol creciera
tan rápido, y de denso follaje].
Variando apertura de diafragma, y
jugando con nuestra cámara, nos detenemos a observar con detenimiento las
texturas implícitas en las hojas, y esas tonalidades verdes y amarillentas que
relucen a lo largo de su superficie.
Siempre nos han atraído los
colores vivos, propios de la Naturaleza,
y aprovechamos cualquier oportunidad para buscarlos en el ambiente circundante.
Tenemos una fijación por los colores verde,
azul y rojo. No pudimos desaprovechar las tomas al verlos mezclados entre
los primeros y los segundos planos.
Hace mucho que no maniobrábamos
la cámara, jugando con las tomas…
Me he divertido como niño.
Escucho:
The waiting / Natalie Imbruglia
I bet my life / Imagine Dragons
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