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domingo, 28 de mayo de 2017

Le Prince

Un año atrás, en la feria anual del libro de la universidad donde aún trabajábamos, encontramos en uno de los stands, un título, en edición especial, del clásico de la Literatura: El Principito.
No me había percatado hasta hace algunos años, apenas de mi gusto innato por los cuentos y libros para niños. Me dí cuenta de ello mientras escribía Sr. Marciano, que es una historia, creada por mí mismo desde mi infancia hasta el día de hoy, y que ilustro de manera personal. Aquí, justo aquí, merece mi agradecimiento eterno la Dra. María Elena Hernández Álvarez, por guiarme de manera única y hermosa hacia el camino que tardé en decidirme tomar, pero que siempre estuvo ahí, a mi lado, incluso ahora, en el momento más oscuro de mi existencia.
He escrito en múltiples ocasiones en este diario y otras bitácoras de viaje, mi gusto y predilección por el libro de Antoine de Saint-Exupéry, ya que fue el primer libro que leí cuando era apenas un niño. El hecho de conocer a temprana edad las ilustraciones hechas por su autor, inspiró seguramente que yo mismo comenzara a dibujar, hasta el grado de imaginar a cada uno de los personajes del cuento en serie acerca de las Crónicas Espaciales en la Galaxia Imaginación, y que ilustramos siempre que tenemos oportunidad.

En aquella ocasión, en la feria del libro con la que abro el relato de esta nota, llevé conmigo un ejemplar de El Principito, además de dos tomos gigantes de monstruos mexicanos [que hasta el día de hoy no nos hemos atrevido a leer, por el miedo que nos generan]. Ahora que regreso al libro de Exupéry, vuelve a conmoverme, como siempre, como la primera vez que lo leí.
Me inspira la sensibilidad del escritor, la manera, honesta y hermosa, en que se gana al lector, en las primeras páginas apenas, apelando por la atención de aquel niño que llevamos dentro. En mi personal experiencia, me cautivó siendo yo mismo un niño de menos de once años, ya que su relato claro y escrito desde su corazón, me hizo conectarme inmediatamente con su historia.
Lo mejor de todo, es que en verdad este texto está dedicado a un niño, a todos los niños, y desde esa perspectiva infantil es que podemos ser capaces de comprenderlo en su totalidad, descubriendo finalmente lo que es esencial, eso invisible a los ojos.
En este momento, detuve mi vida en sentido literal, y decidí regresar a esta peculiar historia.

Retomaré la escritura, la Literatura. En estos meses se han ido colocando piezas importantes para concebir dos proyectos nuevos, y consolidar uno más. La historia de El Principito es una pausa en el camino, necesaria en mi andar, para detenerme, reflexionar, mirar las estrellas y recordar esa fracción de espíritu infantil que vive dentro de mí, y que requiero para hallar sentido y perpetuidad a mi vida en el más estricto sentido de la palabra.
Es momento de contar historias, y, antes que nada considero esencial contar la propia, con dos objetivos: compartir la experiencia valiosa que me han dejado cada una de las lecciones vividas; y la más importante, quizá liberar las emociones y circunstancias, para acceder al proceso de sanación personal.

Imagen tomada del sitio:

Escucho:
The only living boy in New York (From the "Acoustic" EPs) | A piece of my mind (From the "Acoustic" EPs) || Everything but the Girl

sábado, 27 de mayo de 2017

Historias en el Espacio

Atardecer quieto, silencioso, debajo de un cielo asoleado y sereno, que en minutos me obsequió una secuencia de lluvia inesperada.
Recorrer el Espacio es un hábito heredado de mi formación como arquitecto, y es algo que llevaré conmigo hasta el último de los días. Recientemente lo primero que buscamos son las capillas, los lugares sacros, que comparten y despiertan el Silencio inmenso, resultado del diálogo con el espíritu. Se extrañan las pláticas fuera de lugar en el sitio de trabajo, y los amenos encuentros planeados en los espacios, en los atardeceres, con las poquísimas personas y los amigos que aún al final de la travesía, quedaban.

Es duro asimilar la verdad, vivir la Libertad de observar, de escuchar y de ser lo que desde el interior tu cuerpo y espíritu, claman.
Los espacios continúan siendo ese fragmento de la realidad que nos mantiene serenos y cuerdos. La Arquitectura por siempre vivirá como una parte inseparable de mi ser, más allá de una simple profesión que me ha definido de maneras inimaginables.

Porque visitar, vivir, habitar los espacios es una manía personal que no puedo evitar hacer. Me confieso culpable del acto de recorrer instintivamente para charlar con el espacio. Extraño esa escritura fugaz, pero esperada, donde el Espacio fue catalizador de textos, como ese cuento entre Suerte, Sombra y Hombre. Aún siento en mi piel las impresiones de aquellos espacios de un campus universitario que transformaron mi manera de percibir, de concebir la Inspiración y la Creación. Juan Manuel y Paty, recordarán con una sonrisa, estos [des]encuentros.
Sólo puedo decir que lo acontecido ha sido una experiencia que nos ha llevado a tocar fondo. 


Pero como dicen coloquialmente: `lo que no te mata…´, te hará relatar en palabra escrita, compartir tu peculiar manera de ver el Mundo, e inspirar a ver con los ojos del corazón, lo que negamos con la mirada de la mente y la Ciencia

Y sí, los espacios arquitectónicos aún consiguen que nos enamoremos de ellos, y eso sólo debe significar que el camino no importa lo sinuoso que éste sea aún no ha terminado para andarle, y hallar el Destino implícito en su esencia…


Escucho:
Temperamental (Pull Timewarp Mix) | Blame (Fabio Remix) || Everything but the Girl

sábado, 13 de mayo de 2017

Caminos que no acaban

Click en fotografía para agrandar
Al ritmo de Weird fishes Arpeggi [Live from the Basement], de Radiohead, concluimos un día más de incertidumbre. Es el tema que abre nuestro compilatorio, conformado por dieciocho melodías, que han fungido de contexto, ambiente e influencia a lo largo de los años en que los Estudios Architectiak han estado activos.

La travesía ha tomado un rumbo distinto, nuevo y sumamente radical. Aún no asimilamos del todo la tremenda metamorfosis que hemos comenzado meses atrás, el cuerpo lo siente, y el tiempo continúa su avance. Temor al no ser capaz de poner las piezas en su respectivo sitio, porque aún no sé qué piezas se han movido, y sus lugares dentro del orden del nuevo universo.
La Música –siguiendo las sabias palabras de nuestro amigo Fernando– y la Literatura, han sido compañeras que nos han otorgado serenidad y fuerza para someternos al poder de la Reflexión, inevitable tras crisis como ésta.
Continuamos en la lucha, a pesar de que las circunstancias son reacias a dejarnos avanzar.

Una lección valiosa debe haber tras todo esto, es lo que me digo a mí mismo en esta tarde gris, al mirar la panorámica de la Vida, y cómo hemos avanzado a través de ella.

Escucho:
Architectiak on the base. The Album

martes, 2 de mayo de 2017

Finales

Click en fotografía, para agrandar
Esta tarde ha arribado una fotografía a mi bandeja de correo electrónico. Me ha dado un gusto enorme mirarla, y leer las palabras escritas en dicho correo.
Una invitación a formar parte del ciclo que un grupo de estudiantes, cierra. Decidí no aceptar, porque hace meses me despedí de todo ello. Ha sido una de las disposiciones personales más difíciles de mi vida, y dar el paso ha significado un cambio radical en absolutamente todos los sentidos.
Gracias a ustedes por confiar, por considerarme parte de algo como esto. Pareciera haber transcurrido una eternidad desde ese día en que los conocí, y todo lo que vivimos juntos en las aulas, en un ambiente académico repleto de procesos de enseñanza-aprendizaje.

Hace meses la Vida me puso en un dilema. Me miró directo a los ojos, y me dijo, sin miramientos, que la universidad y la preparación académica no lo es todo. Las lecciones que ahí aprendemos no se comparan en magnitud ni en valor a lo que tendremos que enfrentar en la Vida real, en esa serie de circunstancias destinadas a ser experimentadas por cada uno de nosotros. No entendí el mensaje hasta que fuera demasiado tarde, aunque considero que jamás es demasiado tarde para aprender, no importa que la Muerte se interponga en el proceso o en el camino.

Quiero agradecerles por ser la última fotografía de un grupo, que cierra por estos días un difícil ciclo. La lección que aprendí de todo esto es que, cada día, a cada momento, todos nos encontramos construyendo ciclos que cerraremos, a veces ese mismo día, otrora en algunos posteriores meses, años, décadas posiblemente. Estamos acostumbrados a acostumbrarnos a lo que somos, y tenemos, y creemos ilusamente que nos pertenece, o que forma parte de nosotros, y nos define, nos delimita. Los últimos meses de este ciclo que hoy cierro, representaron una lucha constante por salvar la duda y la incertidumbre de quién era yo en realidad, cuando se cuestionó lo que yo hacía, y representaba, en todos los sentidos.

No permitan jamás que alguien cuestione su visión, su perspectiva de Vida, mientras ésta sea en bienestar suyo, al mismo tiempo que hacia los demás. Puede que su manera de entender, de diseñar y construir el mundo sea completamente diferente al resto de ese mundo que los rodea. Eso no significa que ustedes están en un error. Si tu pasión y energía están puestas en una meta, no desistas jamás. Hallarás obstáculos, personas que no comprenderán lo que representas, y lo que puedes llegar a hacer. Te criticarán hasta el hartazgo, hasta que te miren azotado y vencido. Pero eso no te detendrá, sólo te brindará una nueva perspectiva y dirección. Este camino que hoy concluyen es sólo una larga curva que tomaron, porque deseaban superarse. Ahora, el camino real está por iniciar. Lo más complicado, aquello que requerirá de ustedes las mejores cualidades y dones, así como la Pasión y la resistencia, está por venir.

Fue un honor haber formado parte de todo ello. No hablo sólo de ustedes, como grupo de futuros arquitectos que hoy concluyen sus estudios, sino de TODO ello.

Grandes satisfacciones permanecen. Cimientos y muros levantados que hoy continúan en pie, construyéndose y reconstruyéndose a cada momento, como ustedes, hoy.
Así es la Vida. La verdadera.
En el momento en que menos lo esperas, te saca de contexto, y te brinda circunstancias, variables que integran un reto que a primera vista te hace pensar que ha llegado el final, y que es momento de darte por vencido. Y tal vez te des por vencido, sólo para descubrir que el fracaso es sólo otro peldaño para continuar creciendo.
Gracias por su cariño, y sus consideraciones.
Los quiero, en verdad.
¡Éxito a todos!

Fotografía, cortesía del grupo de la Lic. en Arquitectura, que egresa este semestre.

Gracias Javier Ulises.
Quizá algún día te brindé una panorámica futura.
Hoy, me has obsequiado una Visión.

Escucho:
All in the mind | The Verve
Re-offender | Travis