`Lo que está hecho, está hecho´.
Cuento sobre el que se basa reflexión
fue inspirado por la melodía
`Way high up´, del músico Milow,
siguiendo la directriz
marcada
por la historia de Guerrero Coyote.
Me llaman el Gigante de la Montaña, una especie de personaje con inteligencia propia. La Inteligencia –sin embargo– puede representar una suerte de maldición, que no hace
sino tornar miserable la existencia. Es lo que el Planeta Tierra me ha enseñado. Lo ha hecho desde que dolorosamente
arribé a él, hace tanto, que los sueños ahora parecen como un par de instantes
en relación al tiempo que he morado aquí.
De pie, en lo alto de una montaña
cualquiera, observo detenidamente la vista panorámica que se abre delante de
mis ojos. Me maravillo cada vez que la contemplo. Cada amanecer y atardecer es
distinto, y distante. Este planeta posee la hermosa cualidad de transformarse y
transformarme con él.
He mirado, al largo paso de los
siglos, el cambio, la metamorfosis que
las cosas han sufrido. ¿Evolución? ¿Desarrollo? Es cierto que el Ser humano es un ente viviente dinámico
y sorprendente, que ha logrado, con su raciocinio y su Tecnología, modificar
las circunstancias para convertir los ambientes en lugares de ensueño, que
pueden arrancar el aliento a cualquiera, con el nivel de inteligencia
suficiente, para admirar la Belleza implícita
en cada una de sus creaciones.
Para expresar estas ideas a
través de pensamientos –tan solo–, debí poner atención y aprender el
lenguaje de los hombres, su sensibilidad, objetividad, codificación,
interpretación, y un millar de habilidades mentales, además de desarrollar
fibras sentimentales y emocionales, como la empatía, la subjetividad y la
percepción.
¿Cómo explicarles que no puedo
maravillarme con sus creaciones magníficas, magnas e irrepetibles, cuando he
tenido la oportunidad de mirar la espectacular belleza de galaxias enteras,
miles y millones de estrellas revoloteando de forma caótica, dando forma y
lugar a fragmentos mismos del Cosmos?
Vida creándose y destruyéndose sincrónicamente, en sólo instantes, en
comparación con los miles de años que ha tardado el hombre en realizar el mismo
proceso dentro de su planeta. La Destrucción y la Creación, la Vida y la
Muerte, son valores unánimes que existen en forma de Equilibrio, de forma natural y obligada en el Universo. Una permanencia de siglos no representa Dominio, o
superación en sentido alguno ante el resto de las razas o seres con vida.
Como el ser humano, existen
casos, muchos, en analogía con el resto
de las galaxias. Miles y miles de ellas, pobladas por seres que han
desarrollado una superioridad en actitud y vida, buscando siempre la Conquista
de mayores y más lejanas fronteras.
¿Cómo explicarle al ente más
inteligente del Planeta Tierra que
sus logros son superados por creaciones y circunstancias que rebasan con creces
sus posibilidades? Que es asediado, vigilado por inteligencias aún mayores, que
pretenden considerar que sus logros son aún más espectaculares y valiosos.
Es cierto, me maravillo de la
vista, de la Armonía, de la sutil combinación
del elemento humano y el natural, y es precisamente tal vez, que me atrevo a
decir que en este planeta, la entidad más inteligente que se ha manifestado al
largo paso del Tiempo es la Naturaleza, que no pretende o posee la
intención de lograr nada, que sus procesos milenarios son eternos y sabios, y
que, pese al Desequilibrio aparente
que vive hoy, se mantiene serena y paciente, a sabiendas que los momentos
justos arribarán, no importan los atrasos, las largas esperas, viviendo a su propio ritmo, creciendo, aprendiendo
y desarrollándose, evolucionando a pesar de no aparentar hacerlo, con una
Paciencia infinita y sabia, pero consciente.
De pie, en la cima de la montaña,
observo a un ser humano que parece haberse percatado de mi existencia. Me
agradaría compartirle el tiempo que llevo aquí, por azares del Destino,
atrapado en un letargo auto impuesto, mirando la Vida acontecer, frustrado a la
par que tranquilo, permaneciendo en este ambiente, en este espacio, en este
lugar, que ha resultado un hogar excelente. Pero me mantengo estático y quieto. Prefiero aparentar ser producto de lo que ellos (los seres humanos) llaman Imaginación, y mantenerme como una creación de su memoria colectiva, una colección de presencias existentes en el Limbo de su Subconsciente y su Realidad.
Los miles de galaxias, las
millones de estrellas y cientos de fenómenos espaciales que cruzaron delante de
mis ojos, además de las luchas, guerras, aniquilaciones, diálogos y conquistas
de seres con vida e inteligencia por el Poder,
a través del Universo, todo traducido en una danza cosmogónica caótica y hermosa en todo sentido, me ha extasiado, al
punto de desear morir, no existir, desvanecerme cual brisa en medio del helado
amanecer de un día de Invierno en La
Tierra, siendo dolorosamente consciente de que la Muerte no aplica para todos, siendo una maldición, más que algo que
lo bendiga todo, al igual que la Inteligencia lo es, cosa que el Ser humano, en
la comodidad de su inconsciente existencia, aún no ha comprendido en sentido
alguno.
—Inspirado en el cuento
`El Gigante de la Montaña´, por J. E. Franco.
Escucho:
Under the rain | Planet Funk
Way high up | Milow
Sail away [Live At The
Roundhouse] | David Gray
Missing [Todd Terry Club Mix] | Everything but the Girl