Vivimos La Muerte en nuestras vidas de diversas e inimaginables maneras.
Las despedidas, las pérdidas, las separaciones, y todo aquello que representa
el cierre de ciclos y patrones en nuestras personales circunstancias.
Dejar atrás algo jamás será
sencillo. Y más al tratarse de elementos que definieron una parte importante de
lo que eres en el Presente.
Lo más doloroso será tal vez
abandonar aquello que disfrutabas o amabas llevar a cabo, y las personas con
quienes compartías tu Creatividad y
tu Pasión.
Es grato, al paso de los años,
ser testigo de que lo que entregaste, lo que compartiste, se ha convertido en
elementos que brindan respuesta, sentido, a la Vida de las personas con quienes
creciste en determinadas etapas de tu existencia.
Comprendes que no se trata de ti únicamente,
sino de la parte de ti que construiste y deconstruiste,
gracias a la interacción con todas aquellas personas que aceptaron ser parte de
un mismo proyecto de Vida, en el que tuviste la fortuna de integrar una pequeña
parte, haya sido años, semanas o días en su participación. La duración no se
mide en unidades temporales, más bien en cualidades de profundización humana, de reflexión, de introspección.
Lo que recibes ahora, las palabras,
los obituarios y las epifanías de quienes continúan
recordándote al paso de los años, y que tocan las fibras más profundas de tu
ser porque no puedes visualizar el alcance de la experiencia que viviste y
dejaste atrás, son producto no de ti, sino de aquello que materializaste con tu
esfuerzo y dedicación, dejando en ello tus ideales y más profundos anhelos. No
se trata de presencias físicas, que finalmente no son necesarias, no se trata
de ti como persona o individuo que se quiere o se extraña, más bien de visualizaciones, de ideas, actitudes,
anhelos y elementos de cultura e identidad que –aunque creíste que no dejaste tras el Tiempo invertido y el
Sacrificio realizado– existen grabados
en los muros, en el Espacio mismo
donde se interactúa, como objetivos, metas y directrices que ya no forman parte
de ti como persona, sino como elemento definitorio de un ambiente mayor, de la
formación misma que se queda tras tu ausencia, que te brindó al mismo tiempo tu
propia formación para haber abandonado lo que eras, y reencontrar lo que en realidad
estabas destinado a ser.
Así es la Arquitectura. Ahora comprendo mi paso obligado por ella. Me enseñó el verdadero valor de la Trascendencia.
Tengo muchas personas a quienes
agradecer por la confianza y el crecimiento atesorado en una parte importante
de mi vida. Porque representaron guías, modelos y apoyo profesional y humano
para ir descubriendo lentamente la Verdad de la Vida, de mi propia vida. Jamás
ceso de decir que esa preparación fue el más valioso proceso de enseñanza que
he tenido la oportunidad de experimentar.
GRACIAS.
Gracias por las palabras,
compañías, los abrazos, espaciales, virtuales, presenciales, temporales,
de quienes han dedicado tiempo para escribir.
Gracias por recordarme lo
bendecido que soy al haber sido parte de un proyecto
de Vida que cambió mi vida, al mismo tiempo que cambiará la vida de tantas
y tantas personas. Gracias por brindarme un valor que sé con seguridad que no
merezco. La Intención de cada uno de
ustedes fue la llave para que ahora puedan darse cuenta de dónde se encuentran, porque su propia Inquietud, Creatividad y
distintiva Irreverencia son la
fuente de su propio Crecimiento humano.
Como piezas, cada uno de nosotros
sólo estamos ahí, para crecer mirando cómo quienes amamos, crecen por ellos
mismos.
Eso es el mejor obsequio que
puedes recibir, como ser humano.
La Muerte es necesaria, es un proceso
de aceptación y aprendizaje, tras el cuál, valoras tu esencia, tu chispa y Luz como ser humano, y eres capaz de
experimentar la Bendición de haber
estado vivo, y cruzado tu camino con seres humanos valiosos en todo sentido,
cuya presencia, aura y memoria,
forman parte de tu ser en todo sentido, y para siempre jamás.
Imagen tomada de la liga:
Escucho:
Joanne | Lady Gaga
I Like It | Cardi B., Bad Bunny, J. Balvin
Better now | Post Malone