Tomar apuntes y notas ha sido una
característica desde edad temprana. Docenas de bitácoras existen, derivadas de
labores profesionales, desarrollos de
proyectos personales, seguimientos académicos y de tutoría, de diseño arquitectónico
o diseño curricular, de ideas
creativas.
La escritura se convirtió en una herramienta que me permitió registrar
elementos y variables que –ahora, a
la distancia– me ayudan a comprender
el contexto dentro del cual me formé, en diferentes sentidos.
Siempre defendí y motivé a lo
largo de mi vida académica en mis estudiantes el concepto de diario o mejor llamado, bitácora, como un medio de registro y
análisis de la realidad inmediata, no sólo en el ámbito profesional, sino creativo y personal o humano.
Su finalidad y uso es efectivo y
esclarecedor para comprender las circunstancias y su consecuente desarrollo al
largo paso del tiempo.
En lo personal, registrar
eventos, circunstancias, ideas, experiencias, conocimiento, es más que un sello
de naturaleza personal. Me ha permitido relacionarme con personas valiosas,
mejorar mi habilidad de comprensión de
la realidad y desarrollar y expandir mi propia comunicación.
Es también una herramienta de auto conocimiento e introspección, que, bien canalizada, me ha dado la oportunidad y me
ha acompañado en la toma de decisiones cruciales en mi vida.
Siempre es valioso darse un
tiempo para registrar o resguardar lo más valioso que poseemos en la
experiencia de ser humano.
Escucho:
Why you treat me so bad | Shaggy, with Puba Grand
Day oh | Shaggy
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