Un ocaso, trabajando en la
oficina del Despacho.
Múltiples son los proyectos, que
a últimos años tienen que ver más con nuestra dirección de Vida, que con
proyectos de intervenciones arquitectónicas.
El color y la Luz han sido siempre variables indispensables en nuestra
existencia, y los símbolos forman parte del tatuaje visual que nos caracteriza.
¡Mira la ventana a las espaldas,
donde se cuela un pedazo de atardecer en todo su esplendor y Belleza! Y esa Luna traviesa,
sonriente, al inicio del penúltimo mes de este año, que nos trajo experiencias
no gratas, las gratas, y el resto de ellas, que considero oportunidades para
crecer, para reflexionar.
La oficina se acompaña de Música, de Silencio –a intervalos–, de ensoñaciones, de peculiares
sonidos, característicos de las tardes a orillas de la mancha urbana, donde, si
escuchas con atención, hallarás tintes sonoros increíbles e inimaginables.
Así son las tardes en la oficina.
Así lo son en este momento –por ahora–.
Nuestra vida transcurre de manera
pausada, y profunda. Diseñar
involucra la reflexión a un ritmo propio, independiente del vértigo del Mundo.
Y aquí, en este ocaso,
escribimos, nos redactamos, nos re-pensamos,
mientras vemos los hermosos colores y los tonos de la Vida, transformarse en
noche.
Este día en especial estuvo lleno
de tintes mexicanos, prehispánicos,
de Arte en todos los sentidos. Y concluimos el día a punto de irnos al
descanso, con la mente y el corazón repletos de estelas, calendarios pétreos
y Muralismo mexicano.
Exquisito, que, de sólo pensarlo,
hace que mis ojos contengan dos lágrimas inexplicables, al ser conmovido por
las circunstancias.
Escucho:
Forgiveness | Collective Soul
No hay comentarios:
Publicar un comentario