Al abrir la persiana por la
mañana, encuentro la familiar figura de un robusto cerro, que me gustaba mirar
de niño por la ventana de la recámara de mis padres. Ahora lo miro desde mi
propia recámara, bañado por la luz del Sol que despierta, perezoso. A veces la
Luna se oculta en el filo del contorno de ese mismo cerro, traviesa e
indiscreta. Le he tomado un par de fotografías al respecto…
A lo que voy es la dirección del
camino hacia donde me ha llevado la Vida, completamente opuesto, diferente por
completo a lo que imaginé alguna vez, por eso la fotografía que decidí
acompañar en esta nota.
A veces un giro inesperado, te
confirma con el cambio producido, una constante en tu existencia, que hubieras
perdido a no ser que la metamorfosis
arribara…
El Universo es impredecible, más
no insondable.
Escucho:
Only wanna be with you | Hootie & The Blowfish
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