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martes, 13 de marzo de 2018

Entre líneas y dinosaurios

Escribir ha representado la vuelta a un oficio, una actividad apasionante, un Universo entero, donde las ideas toman forma de maneras que no podré describir jamás.
Hace años, quizá una década o más, que dejé de escribir en serio. Me refiero, abandoné la escritura integral de una serie de historias cronológicamente complejas, que abarcan quizá poco más de quinientos años, reflejados en la vida de un grupo de personajes cuyas líneas temporales trascienden límites espaciales, y cuya narrativa es una necesidad, una obsesión personal, de extraer de lo más profundo de mi espíritu, los textos, los mensajes que habitan ahí, integrados al delirio y la Imaginación.
Hace tan sólo algunas semanas que retomé la escritura de nueva cuenta, vista como esa herramienta de Vida que me permite relatar, compartir muchísimo más que una simple historia profunda. Retomé la escritura para ayudarme a sanar, como terapia de auto conocimiento y desarrollo humano, para anclarme a la existencia a través de ella, y vivir de ello, en todos los sentidos.

Descubrí sin embargo que para retomar la escritura como medio de Vida, debía no tomarme en serio la acción en sí misma, de lo contrario sólo conseguiría un bloqueo creativo (además de la jaqueca enorme que he ganado estas primeras semanas, día tras día, al sentarme e intentar escribir o reescribir).
Como nadador (y aplica dolorosamente también a la escritura) aprendí que un cese en el entrenamiento, merma por completo el rendimiento y la condición corporal y mental, al regresar al agua.

Circunstancialmente para mi fortuna un hermoso libro se cruzó en mi camino por estos días. Una lectura fresca, divertida, producto del ingenio y el trabajo de un ilustrador talentoso y sumamente creativo, que, estoy seguro, me ayudará en el proceso del regreso al entrenamiento.
Como escritor y arquitecto escribir y dibujar siempre han ido de la mano. Durante los recientes años no pude evitar la génesis de las historias, de la mano de bocetos o ilustraciones, ya fuera con el trazo de las manos, o la grabación de notas de voz. La idea de un dinosaurio y una niña se antojó completamente innovadora y genial, para alimentar mi espíritu creativo.

Vayamos pues, por este sinuoso camino, de regreso a la escritura.

Escucho:
Trans-atlantic drawl | Fog || Radiohead

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