`Simplemente una mañana decidí
levantarme sin sentir enojo
ni tristeza hacia cosas o personas
que fueron el mecanismo
para que me sintiera mal´.
Miguel Sandoval
Mientras escucho una melodía entrañable
que conocí bajo la interpretación de Candy
Dulfer, saxofonista favorita, encuentro una nota de una persona estimada,
quien, en un momento de crisis en mi vida, me brindó una valiosa lección.
Debo confesar que tras hablar con
él, pues Miguel decidía abandonar la universidad, y los estudios, posterior a una de esas
series de eventos desafortunados que acontecen quizá una vez en la existencia,
la perspectiva de mi propia vida, se transformaba radicalmente.
Él me hizo ver que la decisión
más importante es la que tomas al hacerte responsable de tus verdaderos anhelos
personales, las metas y proyectos por los que jamás has ido, pero que sabes que
traen Felicidad y Plenitud a tu ser entero.
Jamás se lo dije –hasta ahora– pero tras una larga charla telefónica para compartirle que su
salida de la universidad había sido revocada y él podría volver si lo quería,
escuché un discurso digno de un ser humano con capacidad de inspiración como
pocas veces –poquísimas– he conocido.
A pesar del talento, el apoyo,
las circunstancias a favor, la Creatividad, y muchas circunstancias que podrían
haber soplado la vela del barco para alentar el viaje, un simple joven, decía
que gracias, pero no. Lo que acaba de vivir, y lo que sabía viviría si
permanecía en ese barco, no era lo que él anhelaba como parte de su vida.
Cerraba el ciclo, y se decidía a proseguir. Así sin más.
Toda una montaña entera se venía
abajo en el valle que representaba mi ser. Y con ello, mis propios cimientos
personales y humanos, se cimbraban.
El resto es historia.
Confieso ahora que muchas de las
decisiones que tomé fueron basadas en esas palabras, en fragmentos de esa
charla, y en las toneladas de reflexiones inspiradas por ella.
Viajando sin moverse, tararea Jamiroquai
en uno de sus álbumes más perfectos y memorables. Así me he sentido en los
recientes meses. Que ya son muchos. Y algunos pesan.
La dirección –sin embargo–, se
encuentra ahí.
Y nos dirigimos a ella. Existen
días en los que en verdad mi cuerpo me ha demostrado que no llegaré. Es
entonces que ese día desisto, tomo un descanso, y me concentro en dormir.
Al siguiente día, lo intento de
nuevo. Una y otra y otra vez.
Cuando el cuerpo lo requiere, me
detengo. No llevo más prisa. La Muerte es
paciente. Y cada día aprenderé de ella, porque yo lo seré más.
No puedo lograr que me ames, le canto a la Vida, en silencio, con respeto, pero con la Intención firme e implícita, de no darme por vencido.
La búsqueda de los anhelos
verdaderos me ha hecho cambiar de barco. Viajando actualmente en él, sé nada,
en contraste con lo que sabía y con la seguridad que sentía al viajar en el
barco anterior, donde –lo he
comprendido finalmente–, de
permanecer viajando sobre él, ahora estaría muerto.
La Vida tiene maneras irónicas de mostrarte caminos, veredas,
recorridos que jamás tomarías, hasta que `jamás´
se convierte en la única opción que puede llevarte a continuar buscando la
Verdad que representas.
Escucho:
Fastlove || I can´t make you love me. Taken
from Listen without prejudice / MTV Unplugged Album | George Michæl