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domingo, 1 de julio de 2018

Metamorfosis III

Mientras escribo esta nota, escucho el último álbum físico comprado en la tienda de Cd´s de cabecera, que por cuestiones ajenas, ha cerrado sus puertas el día de ayer.
Sentimientos de tristeza, sorpresa, melancolía, invaden mi ser esta noche. Esta tienda nos acompañó a lo largo de trece largos años, brindándonos Música a través de álbumes físicos varios semana tras semana. Se convirtió en nuestro proveedor oficial de cd´s para nuestra personal colección musical, comenzada hace más de veinticinco años, y que guarda una enorme cantidad de producciones musicales que se han convertido en la banda sonora de nuestra existencia, comenzando desde la década de los noventas.

Caroline se transformó en una parte de mi persona, en un ritual donde la búsqueda y la adquisición de Música llenó un hueco dentro de mi ser, en miles de visitas a lo largo de más de una década, en la sensación táctil de revisar los álbumes, descubrir el título de las melodías, identificar las canciones, las desconocidas, de las conocidas, disfrutar las portadas, los diseños, los colores. 

Porque como arquitecto, lo físico tiene siempre una connotación única, visual, tectónica, conceptual. Para mí, la Música era habitada desde la simple, pero poderosa acción de visitar el espacio de colección de cd´s, e interactuar con la Música, siempre en las pantallas, siempre tocándose en las bocinas de fondo, siempre en el aparador de acceso donde las novedades me daban la bienvenida. Esas sensaciones tocan al cuerpo, pero también acarician los sentidos, y lo que existe detrás de ellos.

Gracias a Paco, Arturo, Ale, Martín, y a quienes estuvieron en algún momento en ese espacio, por sus risas, su buena energía, su excelente humor, sus atenciones, y por conformar un equipo de trabajo único, con una vibra especial.

La Vida me ha mostrado que los cambios duelen, nos destruyen profundamente, gracias a la incertidumbre generada en el instante de la metamorfosis. Creemos que no podremos continuar, que no hay más camino delante, que todo se ha derrumbado.
Aprendí que los cambios son retos, son tropiezos que nos obligan a reinventarnos, a buscar en lo más profundo de nosotros, a identificar nuestros vacíos existenciales, y comenzar de nueva cuenta esta experiencia llamada Vida, que no es estática ni única, y que, cuando consideramos que hemos llegado a la plenitud, la estabilidad o la estancia duradera, habrá siempre un hecho, una circunstancia, una pérdida, una despedida que nos hará cuestionarnos absolutamente todo.

El último año me ha obligado a aprender de la manera más dura, lecciones como la inestabilidad, el desapego, el cierre de proyectos que no pudieron consolidarse y continuar, las despedidas, la pérdida de la Salud, y la incertidumbre de mi cuerpo de continuar viviendo, pero, sobre todo, la lección más difícil: creer que todo lo acontecido vale la pena, para proseguir adelante. No se trata de las circunstancias. Se trata de creer en uno mismo, en que uno merece y posee las habilidades necesarias para encontrar aquellas piezas faltantes que se han perdido por fuera, pero que se encuentran ocultas, perdidas, en lo más profundo de nosotros mismos.

¡Ánimo!
La Música existe, las amistades permanecen, y la Vida nos mantiene en constante cambio.
Como Heráclito dijo alguna vez: lo único constante es el cambio.

Escucho:
40 trips around the sun. Album | Toto

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