Mientras escribo esta nota, escucho
el último álbum físico comprado en la tienda de Cd´s de cabecera, que por
cuestiones ajenas, ha cerrado sus puertas el día de ayer.
Sentimientos de tristeza,
sorpresa, melancolía, invaden mi ser esta noche. Esta tienda nos acompañó a lo
largo de trece largos años, brindándonos Música
a través de álbumes físicos varios
semana tras semana. Se convirtió en nuestro proveedor oficial de cd´s para
nuestra personal colección musical, comenzada hace más de veinticinco años, y que guarda una enorme cantidad de producciones
musicales que se han convertido en la banda
sonora de nuestra existencia, comenzando desde la década de los noventas.
Caroline se transformó en
una parte de mi persona, en un ritual donde la búsqueda y la adquisición de Música llenó un hueco dentro de mi ser,
en miles de visitas a lo largo de más de una década, en la sensación táctil de
revisar los álbumes, descubrir el título de las melodías, identificar las
canciones, las desconocidas, de las conocidas, disfrutar las portadas, los
diseños, los colores.
Porque como arquitecto,
lo físico tiene siempre una connotación única, visual, tectónica, conceptual. Para mí, la Música era habitada desde la simple, pero
poderosa acción de visitar el espacio de colección de cd´s, e interactuar con
la Música, siempre en las pantallas, siempre tocándose en las bocinas de fondo,
siempre en el aparador de acceso donde las novedades me daban la bienvenida.
Esas sensaciones tocan al cuerpo, pero también acarician los sentidos, y lo que
existe detrás de ellos.
Gracias a Paco, Arturo, Ale, Martín, y a quienes estuvieron en algún momento en ese espacio, por
sus risas, su buena energía, su excelente humor, sus atenciones, y por
conformar un equipo de trabajo único, con una vibra especial.
La Vida me ha mostrado que los
cambios duelen, nos destruyen profundamente, gracias a la incertidumbre generada
en el instante de la metamorfosis.
Creemos que no podremos continuar, que no hay más camino delante, que todo se
ha derrumbado.
Aprendí que los cambios son
retos, son tropiezos que nos obligan a reinventarnos, a buscar en lo más
profundo de nosotros, a identificar nuestros vacíos existenciales, y comenzar de nueva cuenta esta experiencia
llamada Vida, que no es estática ni
única, y que, cuando consideramos que hemos llegado a la plenitud, la
estabilidad o la estancia duradera, habrá siempre un hecho, una circunstancia,
una pérdida, una despedida que nos hará cuestionarnos absolutamente todo.
El último año me ha obligado a
aprender de la manera más dura, lecciones como la inestabilidad, el desapego,
el cierre de proyectos que no pudieron consolidarse y continuar, las
despedidas, la pérdida de la Salud,
y la incertidumbre de mi cuerpo de continuar viviendo, pero, sobre todo, la
lección más difícil: creer que todo lo
acontecido vale la pena, para proseguir adelante. No se trata de las
circunstancias. Se trata de creer en uno mismo, en que uno merece y posee las
habilidades necesarias para encontrar aquellas piezas faltantes que se han
perdido por fuera, pero que se encuentran ocultas, perdidas, en lo más profundo
de nosotros mismos.
¡Ánimo!
La Música existe, las amistades permanecen, y la Vida nos mantiene en constante cambio.
Como Heráclito dijo alguna vez: lo
único constante es el cambio.
Escucho:
40 trips around the sun. Album | Toto
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