Cuando era niño –como cualquier otro niño, quizá– siempre me sentí atraído por los
confines y misterios del Cosmos Infinito.
Mi obsesión fue tal, que al desarrollar mis primeras historias estructuradas
tras estudiar talleres de creación literaria, el Universo se convirtió en el escenario de un par de historias. En
ellas, imagino docenas de fenómenos galácticos
que tienen lugar más allá de los límites humanos.
Ahora, me siento profundamente
afortunado, sorprendido, contento y maravillado, de ser testigo de cómo la Ciencia avanza hacia el encuentro con
los secretos mejor guardados del Universo.
Como Humanidad, no dudo que nos encontramos en vías de encontrar el
camino hacia nuestra verdadera esencia como seres vivos, para descubrir nuestra
misión en el Mundo, y en el Cosmos.
Imágenes como ésta son sólo el
comienzo de un viaje que nos llevará finalmente a encontrarnos con nuestro Origen,
y nuestro Destino.
Es emocionante cómo las historias
escritas comienzan a hacerse realidad en algún grado.
No cabe duda que la Imaginación del Hombre es infinita.
Imagen editada digitalmente, original tomada del sitio:
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