Una tarde nublada.
La imagen de un muro.
El mismo que fotografiara hace exactamente un año.
Hoy, mientras afuera llueve, adentro juego con los colores,
se diseñan ideas, se disfruta una amena charla, y me regocijo compartiendo
conocimientos y habilidades visuales/digitales.
Estos días de relativo descanso, jamás lo son.
Es tiempo que aprovecho para alimentar la creatividad de
maneras que sería difícil llevar a cabo mientras se labora en las actividades
académicas cotidianas.
Estos días, y los planes ejecutados en ellos, me recuerdan
lo que paulatinamente olvido con el paso del tiempo: esa curiosidad y necesidad
de mirar el mundo y transformarlo visualmente.
Horas como éstas me permiten soñar e imaginar de nuevo.
Tomar la cámara y rebuscar en los rincones, por esas
imágenes hermosas, bañadas a contraluz por la esencia de un atardecer glorioso,
mientras se escucha buena Música.
Placentero.
Tranquilidad absoluta.
Escucho:
Paradise circus
/ Massive Attack
No hay comentarios:
Publicar un comentario