Hoy miraba a un grupo de niños jugar en un terreno baldío,
en un atardecer tranquilo.
Observando a detalle, descubrí algo que llamó poderosamente
mi atención.
Y es que cuando crecemos, olvidamos la simplicidad poderosa de la imaginación infantil, que
consigue transformar tardes cualquiera, en aventuras épicas dignas de no
olvidarse jamás.
Las tres niñas que miré primero, se habían establecido en un
área de pasto verde, sentadas cómodamente, con muñecas en mano, jugando en la
seguridad de lo plano y conocido.
En otra posición de observador -me refiero a mi ubicación física, debo decir-, no me hubiera percatado de la escena completa, y no estuviera
escribiendo las palabras que escribo en este momento.
Un niño se encontraba en lo alto de un árbol cercano…
Me di cuenta de ello, porque llovían diminutas piedras sobre
las cabezas de las niñas.
Entonces lo comprendí.
Las niñas viven e imaginan sobre la comodidad de lo
conocido. Con los pies sobre la tierra, en la seguridad del valle desde donde
puede observarse todo, construyendo un entorno estable y certero.
Los niños no.
Tenemos la loca obsesión de trepar por los árboles.
Yo lo hice.
No lo recordaba.
Es una sensación indescriptible, motivada por la búsqueda de
una perspectiva diferente, única, que nos lleve a comprender el entorno entero,
fuera de la seguridad de todo lo conocido…
Mirando a aquel niño, en lo alto del frondoso árbol, supe
que, como adultos, desarrollamos estereotipos
que terminan por convertirnos en clichés
de la sociedad.
No estoy en desacuerdo con eso, finalmente nuestra niñez
está marcada por una fuerte serie de aspectos culturales que nos han
transformado en lo que somos hoy, como pueblo, en una serie de millones de
circunstancias repetitivas en cada uno de los miembros de la sociedad.
Tengo una bizarra teoría…
Los niños [hombres]
pueden clasificarse en tres tipos: los que trepan a un árbol, los que no lo harán,
y los que jamás se imaginaron que un árbol podría ser trepado…
Extraño, ¿no?
Escucho:
Another
brick in the wall Pt. 2 / Pink Floyd. Taken
from P.U.L.S.E.
No hay comentarios:
Publicar un comentario