Hoy, al visitar circunstancialmente la tienda preferida
de Cd´s, hallamos lo inimaginable: la
reedición del compilatorio Echoes: The
best of Pink Floyd. Al parecer, un cambio de los derechos de la banda,
hizo posible lo que habíamos creído imposible: adquirir este álbum doble, que
buscamos hace tiempo, por más de cinco años, hasta por debajo de las piedras. Y
al decir que incluyo a Stonehenge,
es quedarse corto…
Este álbum data del año 2001, y
fue uno de los discos que logró reunir lo más representativo de la agrupación,
después de haber dado lo mejor y último de sí mismos.
Al tener el álbum en las manos,
dudé si adquirirlo valía la pena, tras haber buscado y comprado la discografía esencial de Pink Floyd. Sin embargo, el Arte, la concepción misma de un simple
compilatorio no ha sido nunca cosa menor para esta banda.
El concepto del álbum, el manejo
del Espacio, y el juego de las
visuales, donde tocan el espíritu de absolutamente todo su trabajo musical,
merece la pena de entrar en cualquier colección de un verdadero fanático.
Echoes representó un adiós definitivo a la banda, donde
cuidadosamente integraron una panorámica musical y visual arquitectónica digna de una agrupación legendaria. Desde siempre,
Pink Floyd demostró su espíritu hermoso conectado a la Arquitectura. Sus composiciones son cuidadosamente diseñadas,
detalladas, sumamente complejas, e infinitamente profundas y multi espaciales.
Obras de Arte, como este álbum.
Precisamente ahora, mientras
escribo esta nota, escucho este puñado de canciones que jamás creí ver juntas
de nueva cuenta, y dentro de nuestra colección.
Lágrimas de Felicidad.
Escucho:
Us and them | Pink Floyd
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