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jueves, 25 de agosto de 2016

Uróboros

Ouroboros, el mejor álbum de Ray LaMontagne.
¿Por qué de la afirmación?
Nos ha conmovido desde la primera escucha.
In my own way, nos ha arrancado las lágrimas. Así, no más.
Las guitarras son estruendosamente sublimes. Esa Fuerza, que cala el alma, que atraviesa al espíritu. El eco angelical de las voces, desdibujadas en los coros.
Y esa maldita sensibilidad. No existen palabras para describir… ni corazón que lo soporte.
LaMontagne nos ha arrojado una tromba emocional, una tormenta apocalíptica, encerrada en un puñado de ocho melodías, divididas en dos ciclos, cual transición diurna-nocturna, sin avisarnos siquiera, sin tener compasión de nuestra ignorancia.
Si antes lo consideraba como un cantautor manufacturado de Talento puro, hoy me retracto. Es de los pocos escritores de canciones que es capaz de capturar, de encerrar un instante de Vida en poco más de ocho minutos. Extraordinario don.

Hey, no pressure, reza, mientras el resto de nosotros morimos de melancolía y tristeza infinita mientras derramamos las lágrimas que la tormenta emocional tras la catástrofe, nos ha dejado. Tromba de sentimientos, cuyo autor, desalmado, nos ha lanzado, sin piedad alguna.
Ciclo interminable de incertidumbre y de dolor, que representa vivir esta simple Vida.
Visual, y musicalmente, esta travesía de cuarenta minutos de duración, me ha transformado, de maneras que no puedo describir aún.
La última vez que esto aconteció, fue tras escuchar el álbum de LaMontagne, Trouble.
De vuelta al inicio de todo…

Imagen que abre nota modificada digitalmente, original tomada de la liga:

Imagen segunda, tomada de la liga:

Escucho:
Part one: While it still beats | Ray LaMontagne

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