Han pasado días.
Semanas. Meses.
Debo confesar que las metamorfosis nunca fueron lo mío. Es
decir, una cosa es guiar a las personas en su andar para atravesar los cambios
y transformaciones, y otra –muy distinta– vivirlas radicalmente en carne
propia, en la personal vida.
Las noches –sin embargo– han ido
mejorando, convirtiéndose en verdadero tiempo para descansar, reconstruir lo
que fue destituido.
Con el paso del tiempo, aprendes
a vivir con lo que tienes. El secreto es concebir que las circunstancias son
eso, estados temporales de existencia.
Es necesario trabajar sobre los
temores y los miedos.
Permanecer en Soledad y en Silencio,
te vuelve un maestro en el Arte de enfrentar los demonios internos, y dejarlos
ir, así como todo, absolutamente todo lo que crees que tu vida representa.
Escucho:
Age | Candy Dulfer
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