El Arte es una forma de expresión
humana sumamente profunda y compleja.
No interesa a qué rama del Arte
nos refiramos, crear Arte representa una ardua labor, integrada a valores de
Perseverancia, Disciplina, experiencia humana, y vocación.
Para ser capaces de crear,
requerimos primeramente comprender quiénes somos, lo que representamos dentro y
fuera de la realidad, y encontrar nuestro justo lugar dentro de nosotros
mismos.
Las ramas de las Artes ofrecen al
artista diversas opciones, entre servir a otros, resolviendo ciertas variables funcionales, culturales, idiosincráticas,
humanas o espirituales. La Arquitectura
y la Cinematografía, actualmente
responden a directrices técnicas, tecnológicas y culturales, que definen en gran medida la labor y la naturaleza
misma de las acciones artísticas en esos rubros. En ese sentido, el creador debe servir, resolver esquemas
específicos, debiendo integrar su propio punto de vista y perspectiva, pero
consciente de que siempre dominarán los intereses externos sobre las expectativas
internas, ya que aspectos como la Tecnología,
la Cultura y las recientes y
vertiginosas necesidades efímeras, escénicas, formales y de intereses
económicos o –incluso– políticos
e institucionales, son direcciones a
seguir, donde la perspectiva humana individual no tiene cabida por sobre los
intereses de moda, surgidos al momento, y en donde la instantaneidad tecnológica y de comunicación,
define las cortísimas duraciones de las tendencias en todos los sentidos, despersonalizadas por completo.
Otras ramas del Arte permiten al
artista plasmar de manera mucho más personal su manera de sentir, de observar y
de comprender el Mundo y el Universo.
A este respecto, es complicado
serse fiel, ser congruente con uno mismo, en un mar de circunstancias donde lo caótico lo rige todo. Donde se tiene que
convivir mediando la necedad de vivir entre personas que afirman tener la
razón, rayando en el Egocentrismo y
la Estupidez, y aquellas que lo dejan
todo en aras de la Indiferencia y la Mediocridad, o la simple e idiota acción
de dejar que las circunstancias se
arreglen conforme a designios externos.
Es indispensable comprender que la idea que nos marca Oriente desde hace siglos, ese Equilibrio entre los opuestos, entre lo oscuro y lo iluminado, es la clave para sobrevivir estos tiempos complicados.
La Destrucción no posee una
connotación negativa, y la Creación no siempre un significado en positivo. Crear y destruir son dos
caras de la misma moneda, y ambas son válidas. Desgraciadamente para Occidente, el yugo de la Religión y su consecuente fanatismo han mermado y dañado
profundamente la perspectiva de existencia y creación humana. Morir es malo. Quien muere, lo merecía
por no haber logrado el índice óptimo de Bien
a lo largo de su Vida. Ser buena persona
te garantiza la perpetuidad en el Cielo,
definiendo la Bondad con parámetros
ambiguos donde la conducta humana finalmente se mira justificada por la
satisfacción de intereses institucionales o culturales.
Rara es la vez donde he hallado
discursos de personas que consideran que estar
bien, puede incluir la Muerte misma.
Ser creativo es una acción
humana que involucra creación|destrucción
al mismo tiempo, no en el sentido exterior, no. Más bien –y eso es lo más complicado de mediar, de comprender, y de poner en
práctica– en el sentido interno.
Crearse a uno mismo, destruirse, perpetuarse, modificarse, reinventarse, morir,
renacer.
Quien sufre, aprende.
Quien llora, valora la Felicidad por lo perdido, y recuperado.
Quien se pierde en sí mismo,
llegando al fondo del abismo, redescubre la Belleza de la Luz, desde
las profundidades de la Perdición y
la Soledad.
Quien enferma, aprende a sanarse.
Quien muere, al final del día
encuentra la manera de ser recordado
y trascender Tiempo y Espacio.
El Arte es una esencial circunstancia
humana, actualmente fuente de comprensión y desarrollo en el ámbito del
espíritu.
Existen quienes sólo desean crear
acorde a sus propios intereses, ególatras y ensimismados, sin la más mínima
intención de escuchar e interactuar con el alma de quienes les rodean, excluida
–desde luego– la suya.
Y hay quienes se arriesgan a
compartir sus experiencias humanas, por dolorosas y ruines que éstas sean, de
una manera única, profunda, honesta y decidida.
Finalmente, detrás de la
Oscuridad y la caída, es que se accede a la Luz, y al desarrollo de Consciencia.
¿No lo creen?
Fotografías tomadas de la cuenta `Instagram´, del artista plástico Raciel Anaya.
Escucho:
Momentz (featuring De La Soul) | Gorillaz
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