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lunes, 10 de enero de 2011

Un amanecer distinto

Tras días que se han tornado en poco más de un mes, se regresa a la actividad acostumbrada. Encuentro en el trayecto caras conocidas y sonrisas… Pero, pareciera que han transcurrido dos vidas desde que el silencio y el vacío llegaron a estas tierras.

El amanecer -inclusive- ha sido distinto [me detesto por no haber tenido un segundo para detenerme y retratar esos colores violetas y rosas que hace tanto tiempo no contemplaba. La última vez que descubrí esos tonos sublimes fue en el atardecer de un hermoso panorama semi aéreo en Taxco. ¡Hace cuánto de eso ya!].

Tal vez sí hace daño levantarse tan temprano después de haberse acostumbrado a despertar cuando el sol baña ya el horizonte. Me viene a la mente esa grata charla en casa de Luis Enrique, donde hablábamos de ser despertado por los rayos del astro rey cuando aún tienes algo por dormir…

¿Un dejo de melancolía…?

No lo sé. Ahora que las cosas han comenzado a tomar forma y cauce en la mente, todo se percibe con doble fuerza e impresión. Pero sólo son eso… Percepciones.

Nada ha cambiado del todo. Quizá mañana -me refiero a unos cuantos días más, cuanto arranque oficialmente esta marcha- me dé cuenta que todo se mantendrá estático y cotidiano, y el que ha cambiado su manera de observar las cosas soy yo…

Tal vez.

El espacio, el amanecer fuera de casa, las vistas panorámicas, los muros de las habitaciones que transito, las huellas que retumban en los pasillos que recorro… Todo me despierta un poco de tristeza, como si quisiera estar aquí, pero a la vez demasiado lejos como para desearlo siquiera.

Sólo es un poco de rocío de la mañana

Sólo eso.

Escucho: Fascination / Everything but the Girl

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