John Mayer es
desde hace tiempo, uno de los artistas que encabezan la lista de favoritos
cuyas propuestas han influido de cualquier manera el trabajo multidisciplinar de Architectiak.
Comenzamos a seguirlo desde su brillante álbum Heavier things, que estuvo presente,
como backgroud de uno de los
proyectos literarios que aún permanecen en construcción, materializándose.
Y desde entonces, el resto es historia.
Ha lanzado su más reciente álbum, llamado simplemente Born and raised, haciendo lo que creí
que no sería una buena idea hacer: diseñar
su propuesta a través del género country.
Ray LaMontagne lo
hizo con ese extraño proyecto titulado God
willin' & the creek don't rise, que si bien le llevó a una nominación
al Grammy, no convenció de todo para
que yo apostara por su álbum, llevado también por medio del country.
Mayer, sin
embargo, me ha sorprendido por el resultado final.
Lo confirmé en una nota vía twitter hace algunos días.
Un excelente álbum.
Mayer consiguió concebir once canciones geniales, que, a
pesar de ser narradas a través de un género musical que no comparto, poseen una
esencia maravillosa, que incluye la
peculiar sensibilidad del guitarrista, sin mencionar su enorme talento.
La melodía que logró conmoverme por completo fue la sencilla
`Whiskey, whiskey, whiskey´. Sumamente irónico que una canción completamente country me haya conquistado…
John Mayer ha
concebido un álbum hermoso en muchos sentidos. Dejando de lado la guitarra
eléctrica, ha hecho una apuesta, jugándose la seguridad del estilo musical
logrado y consolidado en su álbum anterior, por un riesgo total, con guitarra
acústica.
Es un artista versátil e inteligente, sin lugar a dudas.
Admiro su cualidad de reinventarse, siendo una clara muestra
de evolución e innovación.
Un punto más a la lista de valoraciones, que lo consolidan
como uno de los artistas esenciales de
Architectiak.
P.D. El arte del álbum, me ha gustado en sobremanera.
Escucho:
Speak for
me / John Mayer
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