Hace unos días, un ex-alumno, Alejandro Reyes, compartió conmigo un
vídeo relacionado con la evolución de los cánones artísticos en nuestra época
contemporánea, y me invitaba a expresar mi opinión.
Expresar mi punto de vista
completo llevaría muchas notas larguísimas al respecto, pero creo que puedo
emitir mi opinión como arquitecto, y no extender demasiado las ideas.
El vídeo puede ser visto en la liga referenciada al final de la
presente nota.
Como arquitectos, poseemos una
formación de cultura en cuanto al desarrollo del Arte y el papel que juega en
nuestra profesión. La Arquitectura
es, irremediablemente, un Arte, y, a pesar de su parte utilitaria proporcional, cumple los estándares mencionados por el
vídeo.
La Tecnología y la Globalización
tienen mucho que ver al respecto. Me refiero a la tendencia de los artistas –y del público en general– a saberse enterados y conocedores de
aquello de lo que se habla en las redes sociales en un breve y determinado
momento de nuestra Historia. Ya lo decía Albert
Einstein cuando auguraba un futuro donde lo único que veía era a personas
caminando por la calle, inmersas completamente en aditamentos tecnológicos.
Nuestra capacidad como Humanidad,
de estar peligrosamente cerca de todos los puntos cartesianos del globo con
sólo dos o tres botones tecnológicos y unos cuantos minutos, nos ha otorgado el
derecho de creernos sabedores, partícipes y conocedores de temas que
anteriormente no dominábamos, o que lo hacíamos tras años de preparación,
estudio, y práctica.
El Arte ha sufrido las
consecuencias.
En la Antigüedad, el Arte
requería de suma, completa y perfecta preparación en estudio y práctica, para
considerarnos artistas oficiales. El Talento
era un ingrediente indispensable, y las relaciones humanas
circunstanciales, también.
Ahora, la Tecnología y la
Globalización, nos permiten ponernos en contacto con actividades y saberes que
podemos poner en marcha inmediatamente que los descubrimos, lo que nos
transforma en instantáneos practicantes de disciplinas que no hubiéramos soñado
estudiar antes.
Las redes sociales, y nuestra
capacidad de expresarnos sin limitaciones, ni censura, transforma nuestra
individualidad en potenciales manifestaciones humanas que exigen un lugar en el
mundo, donde los cánones y principios rectores han decaído, en aras
de la moda, la instantaneidad y la vanguardia pasajera, para abrir la puerta a
manifestaciones otrora personales, hoy posibles, que gritan por anunciar que
son capaces de `transformar´ la realidad que vivimos.
Si bien, hoy por hoy, las
realidades son infinitas, como innumerables las existencias humanas, no podemos
aceptar que los cánones que rigen las disciplinas humanas son aplicables para
todas estas realidades. El estudio, la técnica, la preparación, la Cultura, la Conciencia –inclusive–,
son elementos necesarios para la correcta y válida taxonomía del Arte –por nombrar el ejemplo que nos atañe–.
Cualquiera puede pintar y modelar
[esculturas], sí, pero existen pasos y principios que han sido legados desde
cientos de años, que representan los principios sobre los cuales se han
levantado los cimientos artísticos de la Humanidad. Si no fuera de esta manera,
absolutamente todo sería válido, la Ética
no existiría como eje rector de dirección, y perderíamos los niveles de valor e
interpretación artística que jerarquizarían y definirían el grado de avance y
evolución que hemos alcanzado como civilizaciones de una misma manifestación
humana.
Finalmente, la Tecnología se
convierte en una simple herramienta, más no en el medio para el desarrollo de
nuestra capacidad de raciocinio y desarrollo de Conciencia plena. Las
civilizaciones egipcia y maya, lograron invaluables e imposibles
manifestaciones de evolución, independientemente de la Tecnología posible en su
respectivo Espacio y Tiempo.
Antes de crear, debemos ser
conscientes de nuestro legado pasado.
Lo que hoy consideramos innovador y valioso, mañana puede ser caduco y
ridículo, debido a los enormes y vertiginosos avances de la Tecnología, que no
es otra cosa que una simple herramienta que facilita nuestra existencia, más no
la existencia misma.
A cada momento perdemos la
perspectiva, al creernos únicos e irrepetibles al ser capaces de compartir
globalmente lo que somos y pensamos, cuando en realidad formamos parte de un
entramado social, cultural e histórico sólido, que ha influido en nuestras
vidas, como entes humanos. Nuestra manifestación individual, jamás podrá por sí sola modificar a la
Humanidad entera, pero la Humanidad entera a nosotros, sí.
El Arte contemporáneo ha
encontrado en la Abstracción, la
excusa perfecta para declararse único e insuperable.
Cuando, como arquitecto, diseño
una obra, sé con plena consciencia que ésta, tendrá una validez en la vida de
quien la habita, y dadas las condiciones materiales, no durará físicamente por siempre, sin mencionar
que las necesidades de los habitantes se
transformarán de igual manera. Tan simple como considerar que los mismos habitantes
no vivirán por siempre. Ni yo. Entonces, ¿por qué me esmero en considerar mi
obra equiparable con el prestigio de la mismísima Eternidad?
El Arte, es a la Humanidad una
necesidad de perpetuidad de la Belleza.
Y la Belleza no es personal ni independiente. Apresarla, requiere de estudio,
talento, preparación, conciencia, técnica, conocimientos y Ética. Es un reflejo
íntegro, total, acordado y simplificado, de realidades sociales y humanas que
nos definen, que nos permiten existir y nos alimentan dentro y fuera de
nuestras individualidades. El Sol cumple su recorrido día con día, porque las
hermosas piezas del Universo están en su correcto sitio, y ninguna de ellas se
proclama superior, o diferente.
Lo mismo sucede con el Arte. Es
hermoso porque cumple las normas y cánones cuidadosamente analizados y
aprehendidos por el Hombre a lo largo de la Historia, que es un lienzo de
realidades sociales validadas por nuestros antepasados, y los antepasados de
ellos.
La verdadera belleza del Arte
Contemporáneo llegará cuando éste integre un equilibrio entre la esencia humana
perfecta y registrada, y la necesidad imperiosa que tenemos de hallar sentido
en nuestra condición individual de entidades personales, necias en mirar
únicamente las cuatro paredes en las que vivimos cada determinados días…
Liga de vídeo que dio pie a nota:
Imagen circunstancial, editada, original presente en el blog de autora,
Avelina Lésper:
Escucho:
What are you doing the rest of your life /
Chris Botti featuring Sting
& Álbum Live with Orchestra and special guests
/ Chris Botti
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