El cierre de ciclos te permite identificar
a las personas que han estado presentes en tu vida, y valorar a aquellas que
han transformado tu existencia gracias a su compañía, amistad y las hermosas
lecciones compartidas contigo.
Una de esas personas es un joven
de nombre Maximiliano, quien desde
el primer día de interacción con él, me enseñó su peculiar manera de observar,
vivir, y comprender el mundo. Al paso del tiempo aprendí mucho de él, más de lo
que él de mí –pienso–, y consiguió establecer las bases de
una sólida amistad que permanece hasta el día de hoy.
Verte de nuevo ha sido una
experiencia reconfortante. Intercambiar palabras e ideas, y mirar que te has
transformado en un profesionista responsable y comprometido, con muchos planes
por delante.
Te doy gracias por tu presencia –hoy y siempre–, y por compartir una parte de tu vida conmigo. Estoy sumamente
feliz de verte, de escuchar tu charla, y de reírnos juntos ante las actuales
circunstancias.
El último sobre con tu nombre te
lo he entregado finalmente, concluyendo con ello una enorme responsabilidad
para contigo, que comenzó hace cerca de cuatro años y medio.
Estoy contento, a la vez que
triste y un poco melancólico, al no tener pretextos oficiales para vernos más,
pero satisfecho al experimentar una relación consolidada de amistad, que –como te pregunté antes de despedirnos– nos permitirá mantenernos en contacto
y encontrarnos de vez en cuando para charlar de las buenas cosas acontecidas.
La Vida te obsequia relaciones y
charlas con personas altamente valiosas, que te recuerdan que no te encuentras
solo, y que ha valido la pena compartir una parte de la vereda con seres
humanos increíbles con los que puedes contar en todo momento.
Te agradezco Max por la
confianza, y por hacerme sentir parte de tu vida y tu familia. Las panorámicas
observadas desde tu hogar, en lo alto de un bello sitio, se quedaron grabadas
en mi memoria y corazón, y escribí sobre ellas –incluso– en esta
bitácora de viaje.
Nos veremos pronto, y espero
podamos bailar algún día, y puedas de igual manera enseñarme un par de trucos
en ese rubro.
Será divertido compartir ese
gusto contigo, sin lugar a dudas.
Escucho:
Mickey Mouth | Hans Dulfer
Gracias por aceptarme ese día como su tutorado y brindar me parte de su tiempo aún sabiendo que tenía muchas cosas por hacer. Aprecio mucho los encuentros y platicas que comenzabamos en cada sesión, pues nos ibamos conociendo día a día y creando lazos de amistad que ahora serán muy difíciles de romper. Siempre era muy grato intercambiar historias, sentimientos, risas y pasar el tiempo descubriendo nuevas cosas tanto de uno como del otro ¿se acuerda?.
ResponderEliminarNuestros caminos se cruzaron y aprendí mucho de usted, a ver la vida de diferente manera, a valorar los momentos malos y buenos, a luchar por lo que se quiere, ser paciente, constante y muchas cosas mas. Estoy alegre de haber podido compartir momentos increibles.
Siempre que pienso en usted recuerdo su risa que es lo que lo caracteriza pues siempre desprende alegría y así quiero que siga siendo, que se encuentre feliz en cada momento.
De antemano le agradezco mucho, es una persona maravillosa y no sera la última vez que nos veamos.
Le mando un fuerte abrazo.