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lunes, 24 de febrero de 2020

Viaje al centro de tu vida

Hoy por la mañana me embarqué en una travesía por calles de una porción de ciudad desconocida.
Mirando a través de la ventanilla, cómo el escenario lentamente se transformaba en ambientes lejanos, distantes, diferentes, traté de mantener fijo, tu recuerdo en la memoria.

Todo viaje representa una metáfora, un poder de Metamorfosis capaz de modificar nuestra perspectiva del Mundo que nos rodea.

Estas palabras son la bitácora de tu despedida.

Puse suma atención a las calles, los trayectos, los caminos que sé, debiste recorrer en diferentes momentos, etapas y ciclos de tu vida. Las veredas que seguramente se convirtieron en favoritas, más allá de simples rutinas.

Cómo debiste ser testigo de la expansión de esa porción de tierra viva y amorfa, que dentro de sus caóticos rincones, va adquiriendo apariencia, y sentido, de acuerdo a las experiencias que viviste, que te definieron como el ser humano que llegaste a ser.
Conocer el camino que lleva al sitio que fue tu hogar me hizo conocer una parte de tí que rara vez se conoce en una persona.
Los quiebres, las vueltas, los retornos, las edificaciones, las porciones de terracería desperdigadas por todas partes. Las vistas panorámicas desde lo alto de la estructura donde descansa el sitio donde se encuentra tu hogar.
Y al llegar, visualizar y experimentar esa sensación de satisfacción por estar en casa, con quienes más amas.
Porque el Amor de Familia es el ingrediente más poderoso, humanamente hablando.
Porque gracias a él, rompemos Inercia, traspasamos nuestros límites, vencemos nuestras carencias, y re aprendemos una y otra vez quienes somos.
Las horas que pasé ahí, me sentí verdaderamente en casa, cobijado por el cariño que debiste recibir habitando ese ambiente.
Tranquilo estoy por haber conocido esta parte tuya en este hermoso contexto.

Gracias por mostrarme que los caminos, no importa la dirección, o el destino, siempre tienen sentido.
Gracias porque ha quedado vivo un fragmento tuyo que ahora es una porción de mi realidad, más allá de los recuerdos, los que fueron, los que pudieron ser y los que dolorosamente jamás serán.
Gracias por haberte cruzado en mi camino.
Si Dios coloca las piezas en su respectivo lugar, entonces no me queda duda en confiar que todo marcha como debe ser.

Después de la despedida y el último abrazo a tu familia, el regreso a casa fue un trayecto de realidades, de profundas verdades qué asimilar.
Te quedarás dentro del corazón, latiendo, para todo lo que reste de Vida.
Como todo continúa latiendo y moviéndose allá fuera.
Los vehículos continuarán abarrotando las calles, las ciudades seguirán mutando y creciendo.
Porque nada se detiene, jamás. 
Así son las cosas.
De eso estamos hechos.
De movimiento perpetuo, así que lo que más anhelo es que tu esencia se quede conmigo, y me recuerde lo importante que es aceptar las circunstancias, y fluir, en todo momento, con ellas, en un vaivén de pérdidas, lecciones y emociones.

De eso se trata vivir, al final del recorrido, al término del día, y el arribo de la inevitable oscuridad de la noche.


Escucho:
Bare. Álbum | Annie Lennox

Imagen tomada de la liga:
https://images.app.goo.gl/dcEQBn7Vt234sxFs8

domingo, 23 de febrero de 2020

Un Desierto

En la Oscuridad de la negra noche, me encuentro.
En el Silencio de la Muerte anhelo hallar sentido a todo lo que hoy lo ha perdido.
En el Valle de la Soledad encuentro Tranquilidad, más nunca, un Consuelo.
Los sonidos, el movimiento, el ajetreo de la Vida no significan nada.
Intento dormir, más el Sueño escapa de forma escurridiza y sale por la ventana, a perderse en la quietud de la noche, en el vasto Negro que cubre todo lo que mi vista encierra.

El Vacío se ha llevado consigo todo aquello que definía la Realidad que hasta hoy, me perseguía.
No queda ya Nada de los recuerdos, los anhelos, y las palabras dichas, que hoy se diluyen como agua en medio del desierto, ruin, y seco.
No hay más que oscuridad en todas direcciones.
Me pregunto cuándo dejamos de buscar la Luz a través de nuestros corazones.
Me cuestiono si valdrá la pena la búsqueda después de habernos mentido, de habernos abrazado, sabiendo que jamás estaríamos juntos.

Aún se miran las huellas que dejaste dibujadas en la arena, mientras me acompañaste a la cima de la primera piedra. 
A partir de aquí, no soporto continuar el camino solo. 
Y no llueve. Ya jamás llueve.
El calor del Sol me recuerda que la Vida es un constante reto, una prueba de supervivencia.

Pero no me interesa sobrevivir.
Yo quiero tomarte de la mano y mirar cómo la lluvia lo transforma, nos transforma en Todo.

domingo, 16 de febrero de 2020

Te amo

Caminar a lo largo de la vereda que lleva a la montaña, filo de piedra a través del cuál brilla la primera línea del Sol que amanece, me hace reflexionar sobre lo que siento dentro…

¿No era cierto que el corazón latía normalmente cuando miré todos aquellos paisajes hermosos que a otro corazón hubiese arrancado el aliento desde dentro?
No me queda claro si mentí cabalmente, o sólo fui capaz de engañarme a mí, y a todos quienes me conocieron.
Las noches bañadas en Azul Profundidad, tiñeron el filo de la ventana de mi habitación de una tonalidad hermosa que ignoré simplemente cerrando la persiana en las noches grises repletas de Melancolía. Me ignoré a mí mismo y a mis sentimientos, hundiéndonos en las páginas de un libro cualquiera, en todas esas noches quietas.
Y te amo.
Evité mirar de frente a los ojos de cada circunstancia que me inspiró a respirar profundamente y ser consciente de que siempre hubo algo más grande que yo dándole sentido a mi vida.
Cobarde estómago insensible, haciéndose el fuerte, para no sentir los efectos de aquella emoción que bañó el ambiente, y que hacía temblar todo alrededor, pero de la cuál salí campante, regio y sin lágrimas o Dolor latiendo dentro.
¡Qué estúpido fuiste al creerlo! 

Imágenes al dormir, que trajeron a mi alma genuinas muestras de ese sentimiento que transforma existencias, que cambia personas, y que modifica perspectivas, y que dejé pasar de largo para centrarme en dejar a mi cuerpo descansar después de un día rutinario y nada extraordinario.
Y te amo.
Toda la Cotidianidad de repente dejó de tener sentido cuando acepté haber sido asaltado por este cúmulo de sensaciones que recorren los mares interiores de mi ser, y que de nada sirve reprimir, ignorar o negar, moverse dentro.

Ahora transito paulatinamente las banquetas de la ciudad, y en ellas siento los antiguos pasos de las personas valientes que se atrevieron a amar sin ser correspondidas. Voces quedas y perdidas, cuyos ecos continúan aleteando en la lejanía, repitiendo suavemente las líneas de poemas dedicados a amores ocultos, olvidados, perdidos o negados, y cuya fuerza aún arranca las lágrimas de quienes escuchan con el corazón entregado al Vacío o al Olvido.
Y te amo.
Las noches y el brillo interminable de las estrellas miles, ahora me parece insoportable, al encontrar en la superficie de la Luna, un lienzo blanco teñido de emociones encontradas, a través de la distancia, del Tiempo compartido gracias al Sufrimiento de tenerte cerca, pero lejos.
El agua quieta del borde del Mar acariciando el acantilado, me parece hoy la manifestación divina más bella, que refleja la Paz que experimento antes de la tormenta de saberme hundido en el Amor que sé, tú inspiras, porque habitas dentro del Espacio de mi ser, un ser antes ruin y solitario, y hoy marchito.
Y te amo.
Te amo como confesión prohibida que me negué a mí mismo durante toda una vida.
Acepto aún con culpa la existencia de este sentimiento dentro, que descompone todo Orden —o su intento— y que destruye los años de negación que definieron lo que pensé, era la Dirección y meta a la cual llegar, y que representaba el último Destino.
Y te amo.
No puedo siquiera escribir una carta dedicada, sin que mi Razón entre en conflicto con el corazón, iniciando la batalla interminable que alumbra el insomnio que dibuja cada noche de un descanso que no acontece, y que lastima.
Porque aceptar que te amo no cambia nada.
Sólo hace más dolorosa la Vida, más anhelada la Muerte, y más hermosa la Lluvia.
Y sí, es verdad.
Te amo.

Imagen tomada de la liga:

Escucho:
I love you | Billie Eilish

jueves, 13 de febrero de 2020

Máscaras que tocan Música

La vereda que actualmente sigo, se ha desviado en demasía de aquello que solía definirme hace tres años. 
Puedo escucharlo en el rubro de la Música.

Los gustos musicales han derivado en una serie de búsquedas inconclusas e infinitas por ambientes, matices y contextos sonoros, que nos han sorprendido por su amplia variedad y las opciones diversas que hemos conocido hasta el día de hoy.

Mucho de lo que actualmente escucho raya en lo acústico e instrumental, centrado más en la Intención propia de la Meditación y el contexto de Relajación o Reflexión del espíritu.

Una de las últimas adquisiciones en gusto musical es Lambert, pianista alemán que se acopla perfectamente a artistas en piano que hemos conocido en los recientes años: como James Blake o Peter Kater.

Es extraño, porque mi instrumento musical favorito a escuchar fue durante mucho tiempo el saxofón, pasando recientemente por el violín, y ahora el piano.

Lambert, extraño artista y prominente talento en la Música, ha llamado mi atención por su original integración de contexto contemporáneo y clásico, en piezas maestras que pudieran compararse con la anacronía de genios como Nick Drake, además de una curiosidad en su apariencia que lo mantiene en la sombra de lo incógnito y desconocido.

La Música es pergamino de escritura, no sólo de mis preferencias en ese ámbito, sino de todos aquellos cambios, tanto los imperceptibles, como los aparentes y directos, en un trecho de Vida donde el Destino parece ser incierto, pero disfrutable la travesía, sin duda.

Imagen tomada del sitio:

Escucho:
True. Album | Lambert

lunes, 10 de febrero de 2020

A tí, Luna

Perdí la Pasión por lo que hacía hace tanto, que no recuerdo con exactitud cuándo esto aconteció. Desde entonces, la Vida sucede día tras día, mirando los ciclos de veinticuatro horas repetirse a sí mismos con indiferencia.

Ayer, motivado al fin por las palabras y las imágenes de un amigo a la distancia, desempolvé el ojo fotográfico, y me vi en Silencio con la Luna, en una cita a ciegas, donde terminamos contemplándonos el uno al otro a través del lente fotográfico, escribiendo, a la par, las siguientes líneas:


Luna de Plata.

En tus diversas fases y rostros, miro reflejadas todas y cada una de mis emociones.
Tu superficie reluciente me recuerda que siempre habrá algo brillante desde lo más profundo de mi alma, dispuesto a salir a flote para iluminar los entornos abandonados y más oscuros.
Desde que te conozco, a través del desarrollo de mi pensamiento y contemplación conscientes, he caído perdida e irremediablemente enamorado de tu esencia, de esa alma color nívea que inspira mis pupilas a lo largo de las noches más tristes y negras.

En tu contorno hermoso, que es lo primero que la gente mira cuando apareces en lo alto del firmamento, se esconden cualidades no apreciables a simple vista, y a las que sólo accedo cuando dialogo contigo a través de la profundidad de un espíritu solitario, hambriento de Belleza, y de Plenitud, alcanzable cuando tocamos esa superficie reflexiva que raya en lo sagrado.

Puedo platicar contigo libremente durante esta noche, y el resto de las noches que me queden de vida, porque cuando el amanecer se vislumbra en la lejanía y la despedida se esboza en el horizonte, la más grande Tristeza domina la costa de mi alma, porque te miro partir de forma irremediable hacia las aguas claras de la Luz naciente, que te llevarán por travesías lejanas donde no sabré de tí por días, o quizá por meses.

Hoy –mientras tengo oportunidad de verte, y tiempo para compartir contigo– te observo detenidamente mientras hablas, deleitándome a través del lente de mi cámara, captando cual ligero y delicado golpe con cincel a una pieza blanca de mármol, tu extraordinaria Belleza.

Luna de Plata, en tus albores encuentro sentido a mi existencia.
Mientras brilles en la cúspide del cielo, me sentiré afortunado de haberte conocido.
Amada Luna, no me abandones jamás.

Siempre que me sea posible te buscaré en el horizonte, sólo para mirarte y platicar en formatos reflexivos y sumamente espirituales, porque tu sola presencia nutre mi alma de maneras increíbles.

Luna, mientras tenga aliento en mi pecho, habitarás en mi corazón, porque como arquitecto de mi fallida vida, me siento obligado a remodelar continuamente el Amor que siento dentro, cambiándolo de habitaciones para no aburrirlo, fastidiarlo, y que decida dejar la casa de mi cuerpo.

Porque tengo miedo de no sentir más Amor, y morir en la Soledad del Abandono.

Luna, dime que tu Luz hermosa por siempre navegará en mis entrañas, guiando a mi alma hacia seguro puerto, donde las ciudades guarden los anhelos más bellos, y todos los caminos y veredas lleven hacia nuestro Bienestar, y a todos nuestros delicados sueños.


Escucho:
Sweet Apocalypse | Licking Dew | Aftermath || Lambert

domingo, 2 de febrero de 2020

Saturno en Sábado

Acabo de darme cuenta minutos antes de escribir esta nota, buscando por mera casualidad el día de mi natalicio, como anhelando una razón que fundamentara este escrito que desdibujo entre mis dedos que nací en Sábado.
No puedo describir la extraña y profunda sensación que recorre mi espina dorsal, atravesando mi cuerpo, mi columna toda, hasta la cabeza. Una serie de impulsos eléctricos con los que rara vez he interactuado en mi existencia. No sé si reír, o derramar una lágrima al ser consciente de la Sincronía, de la travesura que acaba de jugarme el Cosmos. Es irónico poner atención a una sensación respuesta corporal a un catalizador de no sé qué naturaleza que no puedes dominar, controlar o cosa que se le parezca, más que poner cuidadosa atención a aquello que Dios puso ahí, no sabes con qué propósito, para que te detengas y preguntes qué demonios ha sido lo que acabas de experimentar.
Un momento, antes de que te des cuenta de ello, la sensación se ha marchado.
`Dios no juega a los dados con el Universo´, rezaba alguna vez Albert Einstein.

Me gustaría haber amado en Sábado.
Sólo así, libre de toda distracción, producto de la estúpida cotidianidad, podría haber puesto atención a lo que realmente es la Vida. Mirando juntos el horizonte, cubierto de nubes bañadas en azules increíbles que sólo acontecen en Sábado, tú y yo habríamos encontrado la Verdad de todas las cosas, y cambiado al Mundo, no en el sentido anti apocalíptico, más bien, el reflexivo.

Reconciliarme con mi hermano en Sábado.
Con todos y cada uno de ellos, mis hermanos, o quizá mejor llamados prójimos, poder dedicar cada uno de estos días semanales en el calendario, para reencontrarnos, dialogar, y poner en orden las discusiones que nos separaron y nos llevaron a la infranqueable distancia que hoy vivimos. Al paso de los años, te percatas que no pierdes a las personas que amas sólo por concepto de Muerte, sino también por Necedad, Impaciencia e Intolerancia. Cada Sábado recuperaría relaciones hermosas, y coleccionaría abrazos intensos y profundos, hasta que mis lágrimas de Agradecimiento me permitieran llenar el mayor cráter que defina la Orografía de Marte, o pensándolo mejor, de Saturno, que es muchísimo más grande...

Ya que hablamos de la Muerte, planearé mi partida en Sábado.
Lo haré para abrir la Invitación a todo quien quiera visitarme en la despedida de esta Vida, o dedicarme un solo pensamiento, una Oración, un deseo, o la flama de una vela. Para quienes estén cerca de mí, de manera íntima, no interrumpan sus actividades laborales, y puedan estar conmigo y yo con ellos en este momento especial y único. Será hermoso estar todos reunidos en este instante opuesto al nacimiento, sólo que ahora mis hermanos ya podrán estar conmigo, porque cuando nací, aún estábamos incompletos físicamente como Familia, y, a pesar de no tener aparente consciencia como engendro neófito llegando al mundo, me sentí solo, de haber nacido sin su compañía.

Abrazarte en Sábado, a quien desee adjudicarse la personalidad de esta línea.
Porque tendríamos tiempo de sentarnos a platicar, a tomar un helado o un café con leche quizá, a caminar por las calles y veredas de la ciudad de tu elección. Conoces mis gustos como arquitecto, y las cosas de las que me gustaría charlar, las fotografías que me agradaría tomar, y las risas que me encantaría soltar, estando en tu presencia. Sólo así podrías decirme tal vez, aquello que no me dijiste por alguna razón desconocida, y yo saber al fin, el motivo del abrazo que nos damos.

Leer por vez primera a mi escritor predilecto, en Sábado.
Porque sería mucho más consciente de las palabras que quisiste compartirme, no importa ser un lector entre dos millones de personas, porque como escritor que en mi aliento fui, conozco la sensación de dedicar las líneas a la persona correcta, porque el sentimiento que pones en ese pedazo de papel o pieza de archivo digital, proviene directo de la veracidad honesta de tu corazón iluminado. Sería respetuoso de tus ideas, y dejaría que éstas transformaran mi vida desde el instante mismo en que las leí, y no dejar pasar días, semanas, o años, para interiorizarte y llevar tu esencia espiritual, conmigo.

Conocer a Dios en Sábado.
No en Domingo, porque es el día donde convives comunalmente con todos quienes te aman y desean pasar tiempo conmigo. Yo te pediría un día especial conmigo, donde podamos hacer aquello que se te ocurra, y que pienses que yo podría hacer mejor, para mi Bienestar, puesta al servicio de quienes la requieran. Finalmente, sólo mi madre y TÚ me conocen en la profundidad de todas mis entrañas, y podrías ayudarme a descubrir quizá muchas cosas que aún permanecen ocultas a mi existencia.

Finalmente, escribir esta nota en Sábado.
No lo hice porque el Sábado anterior a escribirla, dejé de ser Sanador, para convertirme en simple amigo, y pasar instantes clave con personas amadas y valiosas. Hubo quien no pudo verme ese día, pero aún así, mis sentimientos son igual de sólidos frente a la ausencia física de una amistad sincera. Escribir en Sábado sería mi eterno sueño a lo largo del tiempo que me quedara de Vida.

Y el último deseo (perdonen ustedes la omisión): sanar en Sábado.
Si los planetas son capaces de alinearse, salvando variables imposibles, distancias inimaginables, y disposiciones cósmicas insuperables, me gustaría alinearme con su improbable rumbo, sus patrones misteriosos y sus hermosas directrices dibujadas en el lienzo de galaxias, para aprender de una vez por todas que todo tiene una razón de ser, lejos del aparente caos con el que percibimos la existencia, alejándonos de aquel a quien llamamos Dios, que no es más que la Integración de todas las cosas que por nuestra eterna necedad, no vemos. Y comprender que algunas veces, sanar, representa abandonar la Vida antes de lo esperado, con Plenitud en el ocaso.


Imagen tomada de la liga:

Escucho:
Low Mist Var. 2 – Day 1 | Ludovico Einaudi