La vereda que actualmente sigo, se ha desviado en demasía de aquello que solía definirme hace tres años.
Puedo escucharlo en el rubro de la Música.
Los gustos musicales han derivado en una serie de búsquedas inconclusas e infinitas por ambientes, matices y contextos sonoros, que nos han sorprendido por su amplia variedad y las opciones diversas que hemos conocido hasta el día de hoy.
Mucho de lo que actualmente escucho raya en lo acústico e instrumental, centrado más en la Intención propia de la Meditación y el contexto de Relajación o Reflexión del espíritu.
Una de las últimas adquisiciones en gusto musical es Lambert, pianista alemán que se acopla perfectamente a artistas en piano que hemos conocido en los recientes años: como James Blake o Peter Kater.
Es extraño, porque mi instrumento musical favorito a escuchar fue durante mucho tiempo el saxofón, pasando recientemente por el violín, y ahora el piano.
Lambert, extraño artista y prominente talento en la Música, ha llamado mi atención por su original integración de contexto contemporáneo y clásico, en piezas maestras que pudieran compararse con la anacronía de genios como Nick Drake, además de una curiosidad en su apariencia que lo mantiene en la sombra de lo incógnito y desconocido.
La Música es pergamino de escritura, no sólo de mis preferencias en ese ámbito, sino de todos aquellos cambios, tanto los imperceptibles, como los aparentes y directos, en un trecho de Vida donde el Destino parece ser incierto, pero disfrutable la travesía, sin duda.
Imagen tomada del sitio:
Escucho:
True. Album | Lambert
No hay comentarios:
Publicar un comentario