Hace dos meses tomé una drástica decisión.
Ahora que miro el panorama completo, al término de un ciclo
académico, me percato de los resultados.
Las últimas semanas las dediqué por completo al trabajo de
los grupos académicos a mi cargo. Sin darme cuenta –hasta ahora, que integro carpetas finales de ciclo– observo los resultados de la decisión
tomada.
Deseo agradecer a todos los estudiantes que integraron las
clases impartidas. Resolver pasar el cien por ciento de mi tiempo académico con
ustedes me devolvió aquella flama que creí apagada años atrás. En cada una de
las asignaturas realizamos proyectos más que interesantes, que demandaron lo
mejor de nosotros como equipo. Me siento contento porque me considero parte de
cinco grupos diferentes, con quienes trabajé a lo largo de los días que
conformaron las semanas y los meses, para descubrir los ahora proyectos
concluidos, que hablan de una excelente calidad académica, profesional, y desde
luego, humana.
Mención especial para el grupo de Taller de Diseño Arquitectónico II, con quienes aprendí una lección
de Vida durante las últimas dos semanas. Hoy me siento plenamente contento y
afortunado de ser lo que soy, y de hacer lo que hago. Esta experiencia
concordaba con el final de la lectura de un libro que estuvo conmigo durante
cerca de nueve meses, que en sus páginas finales rezaba: busca hacer lo que amas y ama lo que hagas. Ustedes devolvieron la
dirección a los pasos, y confirmaron que estoy donde debo estar. Ha costado
trabajo salvar el obstáculo y aprender la lección. No estuve solo. Todos ustedes
estuvieron ahí, por lo que me considero sumamente afortunado y bendecido. Gracias.
Historia del Arte y
Arquitectura Mexicana I es un grupo como pocos. Hacía tiempo que no me
integraba a algún equipo como lo hice con este grupo. Gracias por recibirme y
dejarme formar parte de ustedes durante poco más de tres meses. Ese cierre de producción del proyecto `ExplorARQ: México, entre piedras e Historia´,
gestado un semestre atrás, es ahora realidad gracias a ustedes. El último
miércoles de edición y dirección de vídeos ha sido inolvidable, y ha dibujado
en mi memoria, sensaciones, momentos y lecciones que jamás olvidaré. Gracias
por ello. Ahora la primera temporada de nuestra serie está casi lista para su
publicación oficial. Me siento contento y emocionado por este trabajo de tres
meses, para ver realidad un producto diseñado y gestado en conjunto con una
serie de jóvenes entregados y sumamente talentosos. ¡Han sido indescriptibles
las madrugadas [me refiero a entrar a las siete] con ustedes! Me divertí tanto
en cada una de las clases. Con ustedes, cada día era el inicio de toda una
jornada increíble. ¡Gracias!
Quiero dedicar algunas líneas a los tutorados a lo largo de este ciclo.
Las tutorías han
sido una experiencia académica, profesional y humana que me ha enseñado años
luz en todos los sentidos. El número de tutorados de este período ha sido
mayor al que me permití en ciclos anteriores. Gracias a todos y cada uno de los
tutorados por su confianza, su responsabilidad y su compromiso para consigo
mismos. Finalmente el tiempo que le dedicaron a este apartado de su vida
universitaria, es una inversión que hacen a ustedes mismos, más que a quienes
fungimos como sus tutores. Recuerdo una pregunta de uno de ustedes, del por qué
les dedico tanto tiempo, y si no tengo cosas más importantes que hacer. Lo
único que pude responder fue que este aspecto es una parte importante para mí,
como lo son otras más. Quienes han sido tutorados míos saben a lo que me
refiero cuando hablo del balance en nuestras vidas. Las horas individuales,
fuera de clases normales, en sesiones únicas y privadas, pasadas en tutorías –la mayoría planeadas, unas tantas, no– son clases no preparadas en las
cuales te enfrentas a tópicos y temas de los que muchas veces no tienes
material didáctico preparado, y que exigen astucia, experiencia y tacto para
confrontar circunstancias adversas. Gracias a ustedes, todos y cada uno de los
tutorados [incluyo a cierto grupo tutorado emergente
de Taller], por permitirme crecer y madurar en aspectos varios a lo largo
de los recientes meses. No hay palabras para describirlo.
Estos días serán de cierre de momentos, de ciclos. Como cada
término de período, me costará trabajo despedirme de tantas y tantas cosas. Es
algo ya de por sí, natural en mí.
Aprovecharé estos días para la reflexión, la convivencia con
personas a las que normalmente no veo durante los ciclos académicos, y para la preproducción de un par de proyectos que
tengo en mente. Una mente inquieta que no cesa de trabajar, de imaginar, de
soñar, de intentar extraer todo lo posible, lo positivo, de cualquier experiencia
vivida.
No me resta más que escribir un breve `hasta pronto´.
Disfruten sus días, sus momentos, sus vidas.
Escucho:
Catacomb / Indian summer // Stereophonics
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