Concordando con la [larguísima] lectura [que me ha tomado] de las últimas páginas del libro
en turno: `Un romance con el agua´,
de Ronald Johnson, asistí como
observador a la primera competencia a la que fui invitado, en el club donde
entreno.
El libro de Johnson
es una magnífica lectura que me ha inspirado en el curso del último año, a
mejorar mis sesiones de entrenamiento de maneras diversas, y en múltiples
niveles.
Ahora comprendo –y
lo constato por experiencia propia–
que el hermoso deporte de la natación es una práctica que ha transformado mi
vida, y me ha permitido encontrarme a mí mismo en muchísimos aspectos.
He sido testigo el día de hoy de cómo la Natación, llevada de la mano en las primeras
etapas de la infancia, puede generar una disciplina, conducta y desarrollo psicomotor, además de intelectual y psicológico, adecuados, logrando en los nadadores las bases de una autoestima sólida y fundamentada en
correctos valores.
Siempre he dicho que aprendí a nadar muy tarde. Lo confieso,
me hubiera gustado hacerlo desde pequeño, pero comprendo también que si hubiera
sido de esa manera, lo hubiera abandonado y no lo practicaría ahora, de adulto.
Lo cual me hubiera acarreado un remordimiento enorme.
La adrenalina que corre durante la competencia es alimento
para el cuerpo y la mente. La sana competencia y el hecho de ser capaz de
medirte con los demás en una disciplina como ésta, construye relaciones interpersonales y una relación contigo
mismo, indescriptible, hasta que se experimenta en carne propia.
¡Y qué hablar de la técnica! He aprendido en los últimos
cinco meses, años luz de conocimiento
y revelaciones técnicas, que se han
consolidado el día de hoy, mientras era testigo de las diferentes carreras a lo
largo del día.
Las salidas, la velocidad, la resistencia. Una nota aparte
merece la dupla y equilibrio entre distancia por brazada y tempo.
A pesar de tener hasta ahora tiempos larguísimos y una
técnica aún no desarrollada, he mirado avance en mis sesiones de entrenamiento.
La natación es un deporte dinámico y sumamente inspirador –cuando es llevado de la manera adecuada–. Me ha permitido plantearme metas ininterrumpidamente a lo largo de los seis años que tengo de
practicar este deporte. Y cada día, prácticamente, tengo nuevos retos que
ponerme. Sé que el aprendizaje jamás terminará, y este proceso continuará
llevándome al perfeccionamiento, como
una filosofía que puedo aplicar a mi
vida en todos los niveles y absolutamente todos los aspectos.
El día de hoy estuve también con mis tres amigos de
competencia, de los que escribí hace algunas notas. Todos obtuvieron logros
importantes, y nos sentimos contentos de estar juntos en una experiencia como
ésta. Ha sido reconfortante verlos competir, además de aprender docenas de cosas
relacionadas con la técnica, los detalles de los diversos estilos, además de la
amistad y la actitud ante un deporte como éste.
Qué puedo decir, ha sido un día increíble, sin lugar a
dudas.
Escucho:
Teardrop / Butterfly caught / Massive Attack
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