Recuerdo que escribí una nota al respecto del álbum `Foundling´, de David Gray.
Es uno de los cantautores favoritos, y este proyecto en
particular llamó poderosamente mi atención.
Se trata de un álbum sumamente personal y único. También
recuerdo haberlo considerado dentro de mis pronósticos para las nominaciones
fuertes de los premios Grammy de
aquel año. Muy arriesgado –por
cierto– considerando que en el
noventa por ciento de las ocasiones, uno de mis pronósticos es incluido en la
terna oficial de álbum del año.
Como sea, la crítica recibió a este proyecto con críticas
encontradas, existiendo mayoría en las críticas negativas.
Foundling es un
álbum sumamente maduro, fuera de su tiempo por completo, donde su autor explora
la parte más profunda de sí mismo, cuestión que veíamos presenciando desde su
predecesor `Draw the line´.
Considero que artistas como Gray o John Mayer, han
dejado atrás su lado más comercial y ligero, y conforme maduran y envejecen,
nos entregan perspectivas y puntos de vista más profundos y complejos, algunas
veces ininteligibles.
Basta sólo con analizar los dos últimos trabajos de Mayer, `Born and raised´ y `Paradise Valley´.
Foundling es una
especie de introspección, que nos lleva a sitios dentro de la pisque musical de David Gray, para
encontrarnos un hombre maduro, al que no le interesan más las circunstancias pop, que ganara con su multivendido
álbum `White ladder´ –y que fuera responsable [por cierto]
de que me ganara como fan de su propuesta musical–.
Sting –por citar sólo un ejemplo–, ha compartido que él mismo está
consciente de que será casi imposible que vuelva a publicar un sencillo
comercial de éxito, comparado con sus creaciones de la década de los noventas,
tras presentar su esperado proyecto `The
last ship´.
Imagen tomada de la
liga:
Escucho:
The old
chair / Holding on // David Gray
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