Sentado, en perpetuo descanso, comiendo interminablemente, con
largas visitas a la red y a las redes sociales, he pasado estos días.
Nadar ha sido de gran ayuda –debo confesar–, y he pasado el mayor tiempo posible
con los miembros de la familia.
Ha sido tiempo grato para la búsqueda de Música nueva. El único proyecto que nos
mantiene y nos exige la mayor parte de la atención ha sido nuestro cuento en
serie Sr. Marciano, y las actividades
encaminadas a poner en práctica las habilidades metafísicas personales recién descubiertas [de las cuales hablaremos
en breve].
Escuchando varios discos compactos, temas nuevos,
compilaciones y demás, nos hemos entretenido un poco con los dos álbumes de The Beatles, `On air – Live at the BBC´. Una cosa nos ha llevado a la otra, y es
así que hemos terminado escuchando el trabajo de Sir Paul Mc Cartney: `New´.
Un álbum más aparte de éste nos ha sorprendido en
sobremanera. Hablo –desde luego– de Arcade Fire, y su magnífico álbum `Reflektor´. Pero por ahora nos compete el proyecto del ex–Beatle.
Un puñado de canciones diversas, únicas, sin un aparente
hilo musical conductor. El álbum de Mc
Cartney es sorprendente en muchos sentidos, y representa una explosión
creativa que ha dejado un maravilloso sabor de boca.
No soy fanático de Mc Cartney fuera del ambiente de The Beatles, pero este disco ha llamado
mi atención por la manera en la que el músico afronta el proyecto. Se toma su
tiempo, se rodea de personas jóvenes talentosas, se carga de energía, mantiene
una alta capacidad de flexibilidad, y
entreteje una historia en diversos capítulos individuales separados, que rayan
diversos estilos musicales, y que lo vuelven un artista altamente versátil y arriesgado, al punto de convertir su álbum en una propuesta que
puede atraer a personas jóvenes o bien, aquellos que lo conocemos, pero que no
habíamos prestado suficiente atención a su actividad como solista.
Celebro el talento de Mc Cartney, pero, sobre todo, su
visión y su confianza para presentar una propuesta fuera de todo lo que se
esperaba de él. Considero que ha llegado a un punto donde no se detiene a
sentir temor o a preocuparse por la crítica. No es necesario, ya que es de los
pocos artistas contemporáneos que es capaz de explotar su talento sin ninguna
atadura comercial o ideológica que rigidice la dirección del camino creativo que
decida tomar.
Su álbum en verdad me ha sorprendido, por su alta calidad y
la originalidad de su esencia. Es claro, sí, que la base es el ambiente musical
pop, pero la chispa y la energía
manifestada no siempre están presentes en propuestas musicales de artistas más
jóvenes.
Lo que puede aprenderse de New, es la manera de afrontar los retos, con decisión, apertura y
un fuerte sentido de colaboración
creativa.
¿El resultado?
Una manifestación poderosa de diversidad musical y derroche
de talento. La voz potente y llena de vida, los matices musicales, la
producción bien cuidada, el amplio rango de tonalidades y ritmos, y la
presencia de la guitarra. Sí, me equivoque: sí
existe un común denominador. El lenguaje que logra Mc Cartney con la
guitarra eléctrica que sigue la vereda del pop, pero que expresa mucho más que
eso.
Al final, no se esperaba menos de uno de los miembros de la
banda de rock and roll más
emblemática de la historia de la Música.
Escucho:
Alligator / Paul Mccartney
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