Comenzamos este año nuestro conteo de las diez mejores
series del dos mil trece, con la
serie prometedora, que debuta en
nuestra lista como una mención especial, y que posee todos los elementos para
convertirse en favorita.
Del productor Edward Allen Bernero, responsable del
éxito Criminal Minds –serie incluida
en algún momento en el conteo de este año–,
nos llega esta historia: `Crossing lines´, un equipo policíaco a nivel internacional, que han
sido reunidos gracias a sus talentos y habilidades, para encarar los crímenes en
Europa que ponen en jaque mate a los
departamentos de policía de diversos países del viejo continente. Si bien es
cierto que la mecánica esencial de la serie funciona como su prima hermana Criminal Minds, el ambiente y la
complejidad de los casos y las circunstancias que definen cada episodio aumentan
progresivamente, además de innovarse narrativamente con historias entretejidas
en segundo plano, que, desde el inicio de la temporada primera, construyeron un
sólido e interesante relato, conformado por una serie de eventos menores que
terminan consolidando el bien llevado final de temporada del primer tiempo de esta
serie criminalística.
Se celebra la psicología
bien diseñada de cada uno de los personajes, que, a diferencia de Criminal
Minds, luchan por trabajar en equipo, aún cuando en sus actividades cotidianas dentro de sus respectivos países de origen, eventos personales los llevaron a ser miembros de élite, solitarios y acostumbrados a no
compartir su ambiente individual y personal.
La trama de la primera temporada plantea una excelente
narrativa de interacción ruda y de integración de los miembros, que deberán
enfrentarse a dos tiempos: el requerido por la actividad policíaca y de
investigación, y el enfrentamiento cara a cara con los fantasmas individuales
que han llevado a cada personaje, a un punto de crisis y no retorno.
La que consideramos el mejor debut del año dos mil trece.
Escucho:
Fairground
(Rollo and Sister Bliss Remix) / Simply Red
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