Nos mantenemos escribiendo, a pesar de no haber sido elegidos
en el reciente concurso en el que participamos.
Además de escribir, nos hemos arriesgado a ilustrar cada
texto concebido. Sí, es cierto que nos decidimos a ilustrar cada episodio del
cuento en serie de cierto marciano favorito, pero en esta ocasión es diferente.
Cada cuento, cada historia es separada, independiente visualmente de la otra, y
eso nos demanda una mayor experiencia y calidad en cada ilustración que se
diseña.
Uno de los textos más complejos y personales, se basa en los
recientes sismos que vivió mi país. Con un cuento que se construía días antes,
y se gestaba a partir de la ilustración (en un giro extraño y opuesto a lo
normal, ya que cada cuento se construía en letras y posteriormente se ilustraba),
fue que se encontraba a punto de ser concluido, apenas horas antes del segundo
sismo.
El resultado, una serie de eventos sincrónicos, nos llevaron
a materializar este cuento en especial, que se convirtió en una narración
personal e individual, a la vez que producto de las voces, el eco, el dolor y
la incertidumbre de ciudades, personas y circunstancias.
Con este sentimiento a cuestas, nos concentramos en concluir
este proyecto. Un par de cuentos más, vamos, es posible…
Escucho:
The line | Foo
Fighters
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