Este momento es uno de esos momentos donde la crisis personal parece dominarlo todo. Has llegado al punto donde las expectativas no se hallan por ningún lado en tu lista de objetivos y retos a cumplir.
Algunos días en éxodo -alejado de todo lo cotidiano que no llena el alma más- serán útiles y sumamente necesarios para redefinir el curso de las cosas.
Recapitulando -además de analizar a consciencia la actual historia-, estoy certero de que fases como ésta se han presentado antes. Son profundos periodos de metamorfosis y transformación.
En una etapa así, lo que he aprendido es a disfrutar la frustración y el vacío. Son dos elementos necesarios que obligan a la reinvención, a mirar las cosas de distinta manera, y definir de nueva cuenta el horizonte a seguir.
Poco más de un año siguiendo un ritmo ininterrumpido de crecimiento y desarrollo, proyecto tras proyecto, lucha tras mucha para lograr los objetivos.
Llega el momento de hacer una parada obligada y reflexionar.
Estoy cansado de los obstáculos a saltar, cada vez en mayor número y complejidad. No son retos auto elegidos, más bien paradigmas que romper y actitudes colectivas que modificar. Me ha quedado claro que no es mi papel hacerlo.
He sido duramente criticado. Si fuera sólo mi trabajo no habría problema.
Por eso mismo decido apartarme.
Lo que se hace en este momento lo disfruté en un tiempo atrás.
Una gran responsabilidad, una enorme satisfacción, pero también el aprendizaje de la manera más difícil que engloba saber que conceptos como la creatividad, colectividad y diseño colaborativo son ideas que no existen en la mente colectiva.
Un proceso de pausa permite detenerte y observar detenidamente -sin participar-, descubriendo cosas que jamás habrías visto de otra manera.
Tiempo también para organizar la información y la génesis de ideas, que, afortunadamente, no cesa.
En este tiempo libre me he dado tiempo para tomar la cámara de nuevo, y dar seguimiento a esa pasión visual abandonada hace tanto.
El blog continúa creciendo, las ideas toman forma, el cuerpo físico se torna fuerte de nueva cuenta y trabajo ahora en el bienestar individual.
Estos logros no serían posibles si no fuera por el apoyo subconsciente de personas que, en su momento representaron compañías fallidas, y que ahora, gracias a circunstancias extraordinarias, me han enseñado mucho.
A esta nueva colección de imágenes llamo: `Arquitectura y Luz´.
Y entre las imágenes, he vislumbrado ya aquella que se perfila como la imagen representativa de nuestro próximo aniversario.
Escucho: Secrets / Good Charlotte
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