Hace un par de días, al ir a cenar con el amigo entrañable, Luis Enrique Pérez, encontré el
proyecto de Miguel Bosé, titulado `11 maneras de ponerse un sombrero´,
álbum que cerraría la trilogía iniciada con Bajo
el signo de Caín, y continuada en ese extraño e introspectivo Laberinto.
Para ser sincero, los sencillos de este álbum no fueron de
mi agrado. Pero recordé que eso mismo sucedió con los singles de `Bajo el signo…´.
Ahora que escucho el proyecto completo -catorce años después-,
me ha sorprendido la fuerza que ha inspirado en mí el primero de los cortes que
abre el viaje: `El amor después del amor´.
Y no lo sé, las percusiones -siempre he sido susceptible a ellas, y tengo debilidad por las
percusiones suaves y metálicas/electrónicas-
tienen algo que me ha cautivado en sobremanera. El corte `La belleza´, tiene -incluso- un toque de Pink Floyd
en ese álbum `The final cut´, con esa obsesión por la decadencia y la guerra…
Un álbum que me ha sorprendido, tal vez porque
hallé lo que no pensé que hallaría.
Algo que rara vez sucede en un álbum.
Una agraciada excepción ha sido ésta.
Escucho:
Causas y azares / Miguel Bosé
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