El Hombre, por naturaleza, vive en sociedad.
Cada día interactúa con otros de su especie, convive, se
relaciona, y se organiza en diferentes unidades o entidades de carácter social:
familias, grupos, colectivos, departamentos, institutos, instituciones, organizaciones,
empresas, entre muchas otras más.
La sociedad integrada es más que la simple conjunción de las
ideas y valores de los miembros que la integran. De ellos -y para ellos- han surgido una serie de preceptos y
principios que regirán y trazarán el rumbo futuro de la sociedad en su
conjunto. Una sociedad es más que la ideología y el cuerpo de ideas que los
unen, y que dan forma a sus principios culturales y sociales.
La agrupación vierte su `entidad´, su esencia y personalidad en los espacios en
donde se realizan sus actividades, contenedores de aquellos ideales que busca
el conjunto de habitantes que los han inspirado por medio de la acción, de la “puesta
en práctica” de los valores.
Identificar conceptos y valores en los espacios
arquitectónicos o urbanos de un determinado grupo social, permite hallar pautas
y directrices sociales, culturales y psicológicas, que definen al conjunto de
los miembros.
En ocasiones, las expresiones verbales o ideológicas que
muestra un determinado grupo social, son por completo opuestas a los hechos, es
decir, a la Arquitectura donde la
sociedad -o grupo de personas- habita.
Es interesante observar la Arquitectura con el enfoque de descubrir en ella, las pautas o
circunstancias materializadas que han sido puestas en formas, lenguaje,
estructura, color, signos, elementos, disposiciones espaciales. ¿Qué dice el
cuarto donde duermes? ¿Qué lectura da la cocina de tu casa? ¿Qué representa
para las personas que visitan tu hogar los muebles y el ambiente de tu sala o
recibidor?
La Casa de Barragán
es un ejemplo excelso de la lectura e interpretación
semióticas dentro de la Arquitectura.
Cada espacio es susceptible a ser leído, y ser interpretado
gracias a una serie de referencias de
Diseño, que dependen de múltiples variables y/o circunstancias.
Un ejemplo sencillo y útil para valorar un espacio es
analizar las sensaciones que nos ha hecho experimentar al visitarlo, y buscar
elementos de referencia que nos expliquen aquello que el espacio ha inspirado
en nosotros. `Me he sentido libre…´. `Me sentí como si estuviera en una
cárcel´. `El espacio me infundió una paz indescriptible´. Una vez identificada
la sensación, es más sencillo traducirla en lenguaje de diseño, encontrando un
elemento de referencia: “Libertad”, “Encierro/Soledad”, “Paz”.
Cada espacio posee una serie de elementos, de herramientas
de diseño aplicadas, de símbolos, que denotan significados.
Como habitantes de nuestros espacios personales, muchas
veces no somos susceptibles o conscientes
a estas lecturas. Finalmente, aquello que expresa el espacio, ha penetrado
en nuestra rutina, ideología y ser enteros, por lo que, a partir de este
momento, hemos sido definidos por el
espacio, sin quiera ser conscientes de ello.
Si buscamos en nuestro ser y quehacer humano, hallaremos
hábitos, tics, reacciones involuntarias
de nuestro cuerpo a circunstancias, ideas, opiniones, e incluso
comportamientos, que pueden ser explicados a partir del análisis del espacio.
El lugar donde laboras, la escuela donde estudias, la casa
de los abuelos que visitas, las áreas abiertas por las que gustas transitar,
solo o acompañado. Todos ellos son espacios que definen quien eres, lo que
piensas, y -principalmente- lo que haces: tus acciones. Las tres
cosas: pensamientos, palabras y acciones, son un molde único de tu personalidad
y tu esencia [las tres reflejadas en el o los espacios que sueles habitar].
Cada objeto, cada color, cada detalle de la decoración, incluyendo elementos intangibles,
como juego de luces u olor -incluso-, que posee el espacio que habitas, define quien eres en realidad, porque al habitarlo, aceptas lo que el espacio
es, y -por ende- aceptas que forma parte de ti.
Un ejercicio recomendado es experimentar con el espacio.
Desde colocar o eliminar objetos que se aprecian o se detestan, hasta jugar con
las luces, los olores, la simple disposición de lo existente, hará variar nuestras sensaciones, comportamientos,
sentido de la orientación, humor.
Quien entiende que el
espacio es una extensión de cada uno de nosotros, comprende cómo modificarlo, e
influir de esta manera en uno mismo, y en quienes nos rodean.
Escucho:
Title track / Death cab for cutie
Some might say / Oasis
Reverie / Ludovico Einaudi
Supercollider
/ Radiohead. Taken from Live from the
Basement The King of Limbs
Gagging order
/ Radiohead. Taken from Hail to the
thief [Limited Edition] [Disc 2]
British summertime
// Me and Bobby D / Everything but the Girl
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