Esta imagen me recuerda cómo nuestras intervenciones
modifican el contexto circundante. Nuestros edificios, proyectos, y planes
urbanos han transformado los panoramas naturales en imágenes donde predomina el
asfalto, el concreto y el cristal. Panorámicas que se repiten a lo largo y
ancho del planeta, y donde los paisajes naturales mutan lentamente en suburbios
y complejos urbanos de distintos grados de complejidad.
La imagen que comparto en esta nota despierta en mí la reflexión.
Es decir, cómo nuestra sola presencia en el entorno -ya sea natural o artificial-
representa una completa ironía, una contradicción de grandes dimensiones,
donde, en un ambiente que ya hemos transformado de maneras radicales, diseñamos
elementos que deben de romper con dicho entorno, pese a la naturaleza de
nuestras necesidades, aquellas que motivaron el primer cambio dentro del
ambiente original.
Una doble contradicción, que me hace pensar de manera
profunda en las necesidades que nos mueven como seres humanos, buscando siempre
romper el paradigma, a pesar de no existir razones aparentes para hacerlo…
Nota que inspira
reflexión, tomada de la liga:
Escucho:
Leaving/ Your
early stuff // Pet Shop Boys
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