La tarde de ayer fue compleja.
Compleja porque hace meses que no escribo. Y muchas otras
cuestiones, de las que no hablaré, momentáneamente.
Hace algunas horas hablaba de la cualidad necesaria que guarda todo arquitecto, de comunicarse por medio de diversas
maneras, ya sea oral, escrita, conceptual o -incluso- visual.
Se comparte con ustedes una instantánea que capta la
serenidad del espacio personal, donde cada atardecer, inspira a la reflexión
profunda sobre los acontecimientos que suceden de vez en vez.
La soledad es sumamente retrospectiva,
y, en ella, de repente experimentamos docenas de ideas, conceptuales, gráficas
y algunas literarias, que estamos seguros nos ayudarían a vaciar el tintero,
que periódicamente se llena de circunstancias, que en ocasiones pesan sobre
nosotros.
¿Qué es lo que nos impide materializar esas ideas?
Como siempre, el Tiempo.
Y un poco de desidia.
Antes de crear, se
requiere un proceso de confusión, incertidumbre y consolidación de sensaciones
y sentimientos, que son quienes nos guiarán al proceso de génesis de aquella manifestación artística, que habita en
nosotros.
Escucho:
Hug Bubble ["Teenage
Angst" B-Side] / Placebo. Taken from
B Sides. 1996-2006 [Disc 1]
I remember
you / George Michael
Manifest destiny
/ Jamiroquai
After the
event / Pet Shop Boys
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