Las perspectivas conceptuales
siempre han sido mi fuerte. Son una manera de observar y entender el
mundo que me rodea. Cuando uno de mis compañeros de trabajo institucional se expresó
de mi como un arquitecto meramente
conceptual, no me molesté en lo más mínimo.
Existen arquitectos que se dedican a diseñar. La gran mayoría se destina a construir.
Se piensa que son los únicos rubros donde un arquitecto debe
ejercer su profesión.
No estoy de acuerdo. Serán las dos opciones generalizadas y
más comunes, pero no las únicas –a mi
parecer–.
Desde hace quince años, la poderosa herramienta de la interpretación simbólica ha comenzado a
revolucionar en gran medida nuestra visión de la realidad. Estamos
acostumbrados a entender al mundo desde el punto de vista físico, real, más no desde el rubro conceptual.
Al término de la maestría, me percaté que mi compañero de
taller a lo largo de cuatro semestres, abordaba con premura una visión altamente
simbólica y abstracta del universo relacionado con la Arquitectura, una postura que –debo
confesar– no acepté del todo. Ahora
sé que mi falta de alcance y visión, me impidió comprender íntegramente su punto
de vista.
Mientras reedito el quinto episodio de nuestro proyecto,
bautizado por los propios estudiantes a mi cargo como ExplorARQ, me doy cuenta que mi perspectiva personal y profesional ha
adoptado en gran medida la visión simbólica,
que –incluso– es la herramienta base de mi faceta personal llamada Dédalok.
La Música me ha
ayudado a vislumbrar y comprender en gran medida mi reciente metamorfosis. Comparto con ustedes el
trabajo de Robert Miles, cuyos
sonidos y ambiente electrónico, me ayudan a expresar mucho mejor mi sentir al
respecto.
A continuación, el tracklist
mientras esbozo la presente nota.
Escucho:
Voices from
a submerged sea / Leaving behind... / Enjoy / Everyday life // Robert Miles
Imagen reducida con
respecto a su tamaño original, tomada de la liga:
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