`El sol se convertirá en tinieblas, y la luna en sangre,
antes que venga el día grande y espantoso de Jehová´.
Joel 2:31.
He escuchado a muchas personas rescatar citas de la Biblia en los últimos días. No sólo en
referencia a eventos naturales como el que acabamos de observar en los cielos,
sino por un sinfín de hechos, todos relacionados con la Fe católica.
No profeso religión alguna con una dedicación ortodoxa. Eso no significa que no crea
en ella.
Conozco la materia base de algunas de las religiones más
comunes. Y comparto mucho con ellas.
Poseo conmigo la esencia de la creencia en un ser superior y
supremo, y, desde luego, confío plenamente en eventos luminosos, así como de
oscuridad.
En resumen, creo en Dios en muchos sentidos y niveles, y
respeto lo que las religiones diversas hablan y dictan de Él.
Sin embargo, hablar de traducciones e interpretaciones
literales de citas religiosas no es lo que considero como demostrar devoción a
cierta religión.
La devoción no se centra en la destrucción y los eventos cataclísmicos. No debería hacerlo. Con esto no demerito su existencia y los fines
de su presencia en nuestra vida. Lo que quiero decir es que las religiones dan
énfasis a los hechos negativos, y no al proceso que debemos atravesar para
comprenderlos y aceptarlos en nuestra existencia humana.
Miedo, temor e incertidumbre lo es lo único que nace de un
cambio radical o una transformación debida a un evento de crisis –en todos los niveles–. Cada cambio en nuestra vida trae
consigo un despertar de consciencia, un paso más para comprender la
incertidumbre que nos definen como Humanidad.
En los recientes días he escuchado como personas relacionan
estas palabras e ideas como testimonio de `profetas falsos´.
No sé qué pensar al respecto. Un avance y claridad en la Consciencia no debe ser traducido como
una referencia falsa o equívoca, sino todo lo contrario.
Al final del día, más que entrar en debate, lo que rescato
es la reflexión y el profundo análisis al ser testigos de cambios naturales tan
importantes como los que vivimos hoy en día.
Lo que es verdad es que la energía que nos rodea oscila y vibra de maneras vertiginosas y veloces.
Podemos constatarlo por la cantidad de cambios y giros que da nuestra vida en
este tiempo que nos ha tocado experimentar.
Las comunicaciones, los eventos sociales, la violencia, la
cantidad de problemas que se destilan de hechos cotidianos que antes no tomaban
relevancia, como ahora.
¿Son finalmente los
hechos naturales producto de nuestra inconsciencia humana social, o sólo una
señal que los anticipa?
O peor aún…
¿Son eventos naturales completamente aislados?
Es materia para una charla larga y apasionada, donde
absolutamente todos los puntos de vista y referencia son bienvenidos.
Hoy, al cierre de esta nota, me quedo con la hermosa
oportunidad de ser testigo de la Belleza presente en la Naturaleza, y cómo ésta consigue lo que nosotros mismos somos
incapaces de hacer: despertar a la
reflexión de nuestros propios pensamientos, actos y nuestras voluntades.
Escucho:
Falling in love
(Uh-Oh) [Album Version] / Gloria Estefan
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