La presentación del libro `Mis sueños hablan´ fue una grata experiencia que me ha dejado
muchas cosas buenas.
La primera de ellas: amo
la Literatura, además de la Música.
Una producción integral y armónica es la que han conseguido Ángel Cuevas [autor del libro], Fernando Baños y Lorena Hernández. Un par de invitados más ofrecen geniales
colaboraciones que consiguen un ambiente inolvidable.
Es la primera vez que comparto textos que no tienen que ver
con la faceta profesional en sentido alguno. Confieso que el nerviosismo me
dominó por momentos. El formato de la lectura de los textos es muy personal e
íntimo. Es complejo para mí compartir fragmentos personales de esta manera. Me
he sentido expuesto en todo el
sentido de la palabra…
El libro del que se han extraído los textos es una suerte de
diario íntimo que retrata instantes y circunstancias claves en mi vida, que me
han definido como el ser humano que soy hasta este momento. Textos inéditos
guardados en el baúl de los recuerdos, hasta ahora.
Deseo agradecer a Ángel,
Fer y Lorena por la consideración. Ha sido una noche única, hermosa en
todos los sentidos.
Quiero felicitarlos por el trabajo y el esfuerzo altruista que realizan. Y es que nadie
nos enseña a ser altruistas.
Socialmente creemos que una profesión
es el futuro seguro que tenemos como personas para crecer de manera integral y
alcanzar niveles de bienestar.
¡Qué equivocados estamos!
Esta noche he aprendido tantas cosas. Las personas que me
conocen saben que en cada experiencia que vivo, me tomo el tiempo para
permanecer callado, atento, reflexivo en torno a lo que percibo.
Tardaré un rato en salir de ese abismo.
Deseo de igual manera compartir el fragmento del texto leído
esta noche. Lo encontrado en él, seguramente les confesará lo divergente que se
encuentra mi camino con respecto a un par de años atrás, en mi vida.
El texto –como imaginarán– tiene nombre y apellido. Está
inspirado en alguien que en algún momento significó mucho en mi existir. La tristeza
implícita es más que palpable. Esa misma tristeza es la que está presente aún
en este momento.
No sé qué vendrá a continuación.
Lo único que sé, es que la escritura –como siempre en mi vida–
regresa. Siempre lo hace. Es la única compañera que JAMÁS me abandona, cuando
todo y todos lo hacen. Cuando escuchas de sus bocas esas promesas de compañía
en los momentos más complejos de tu existencia. En esos instantes de
desfallecimiento emocional, siempre te hallas solo.
Tristemente, solo…
* * *
Salgamos esta noche.
Por favor…
Salgamos esta noche…
A mirar en el brillo de las estrellas, mi melancolía
perdida… a observar detenidamente el manto denso de tu mirada triste.
Caminemos por las calles que alguna vez nos sintieron
existir en medio de una cotidianidad hoy desaparecida.
Siente como desciende hasta nosotros esa niebla tímida y
bella, en cuya presencia perdemos la fortaleza que nos caracteriza.
Salgamos esta noche.
No me prives de este insignificante deseo.
No me niegues el milagro de una vereda nocturna, del brillo
tenue de una lámpara cansada, del último ladrido de un perro solitario.
Salgamos esta noche…
A amar a una luna que por momentos oculta su rostro de
nosotros, adivinando nuestro sufrimiento incontenible.
Brillo de una luz plateada que baña de esperanza mi sonrisa…
y a tu ojos de una belleza desconocida…
Salgamos esta noche…
Dame tu mano en medio de esta nada, para dejarme guiar
mientras mi alma llora en silencio. Mientras la montaña asoma por momentos su
blanco destello, opacado por la penumbra…
Salgamos esta noche.
A escuchar atentos el murmullo de nuestra ciudad querida, en
cuyas luces, millones de ellas, leo sin querer tus cálidos pensamientos.
Las estrellas se confunden, entre la realidad que me golpea,
y el manto de un cielo oscurecido…
Salgamos esta noche…
[…].
A levantar una oración por los caídos, cuyas almas,
agotadas, titilan en el núcleo de cada una de las estrellas que dominan el
horizonte.
Cuyas risas y alegría, hoy alimentan mi constante tormento
demoniaco.
Susurremos cuántos errores hemos cometido, y con el latido
de nuestros corazones, en medio del valle, de la niebla, de una noche
tranquila, dejemos que el ángel de la muerte le traiga remordimiento a nuestras
penas.
Salgamos esta noche…
A esperar a que amanezca, aunque intuyamos que el sol no
saldrá más para nosotros.
Salgamos esta noche…
A brindar un destino a nuestros últimos pasos… a escuchar tu
respiración agotada… a soñar un sueño… Salgamos esta noche… A perdernos para
siempre en la bruma incierta de un amanecer que nunca ocurre…
…que nunca llega…
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Gracias a la Fundación Herrera Cabañas por su calidez arquitectónica y humana. Agradecimiento especial al arquitecto Marco Díaz.
Escucho:
Heavy in your arms / Florence + The Machine
Lucky / Radiohead
On & on / Erykah Badu
Air traffic / Owl City
Modular / Hans Dulfer & Candy Dulfer. Taken from Dulfer Dulfer
Una pequeña parte de tí / Aleks Syntek
Una pequeña parte de tí / Aleks Syntek
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