La última carta que escribí a
mano, la dediqué a mi mejor amigo, en una de las tantas veces que una charla
inspiró un mensaje que se dibujó horas, días después de haber platicado, y que
no quise dejar pasar, plasmándola sobre una hoja de papel con la magia de mis
manos.
Hace años… tantos años [que no
recuerdo] de eso…
¿Cuándo dejé de esbozar con los dedos todo aquello que
mi inconsciente deseaba expresar?
Las cartas a mano fueron para mí
siempre una forma de comunicación más directa, honesta y verdadera que la
palabra misma.
No recuerdo cuando crecí, cuando
maduré, o peor aún, cuando morí, para no escribir cartas por un largo,
larguísimo período de tiempo.
Mis manos se sienten libres, casi
vivas de nuevo, cuando el lápiz comienza a rasgar la textura suave del papel a
rayas.
¡La sensación es increíble!
¿Cuándo es que perdí la Vida, a
lo amigos, y a la gente que amé, para no dedicarles cartas nunca más?
Las cartas deberían ser una
manera natural de comunicación, más noble que el lenguaje hablado… Las cartas son
para mí una muestra personal del cariño, del calor humano.
Ahora, en nuestras terribles
cotidianidades, ni siquiera tenemos la decencia –o el tiempo– de
dirigirnos la palabra.
Realidad en ruinas.
Apatía.
Indiferencia…
Escucho:
Feels just like
it should / Jamiroquai
Special needs
/ Placebo
Back to the
Earth / Jason Mraz
Adorn /
Miguel
Vultures /
John Mayer. Taken from Where the light
is. Live in Los Angeles
Bachelorette / Björk
Bachelorette / Björk
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