Éstas son las manos del maestro
del que aprendí todo lo que sé en cuestión de Construcción. Más de diez años de carrera, de diseño y de proyectos
construidos.
Un gran hombre que me enseñó, con
cautela, y paciencia, siendo un arquitecto recién egresado, cubriendo y
haciéndome ver todo aquello que aún había que aprender para ser un buen
profesionista.
Un cúmulo de experiencias que
derivaron en el diseño y construcción de nuestro anhelado espacio personal, que
aún hoy recibe excelentes comentarios por ser un espacio `innovador y moderno´,
como lo han llamado. Todo lo materializado en él fue posible gracias a las
manos y la sabiduría de este hombre. Gracias a este espacio ahora puedo
encontrar el verdadero significado y la dirección de mi vida.
Creativo, responsable y honesto
en sobremanera, Alberto Sánchez fue
mi maestro por cerca de una década, en la cual fui afortunado al atesorar las
más grandes satisfacciones como arquitecto, que diseña, que construye.
Quiero dedicarle estas sencillas
palabras, para agradecerle por la brillante oportunidad de acercarme al mundo
de la Arquitectura. Lo único que te hacía
falta era un título, siempre te lo dije.
Gracias por enseñarme la enorme
responsabilidad de tratar con el Espacio, desde la parte constructiva, y jamás dejarme desistir de ninguna idea, pese a lo
imposible que pareciera, pese a que estaba a punto de darme por vencido por la
infinidad de circunstancias, siempre estuviste ahí para alentarme, para
demostrarte que TODO, absolutamente todo, era construible, hasta los sueños…
Gracias por la invaluable
compañía, y las travesías, en los proyectos, en los campos, en los pueblos. A
lo largo de la Vida.
Gracias.
Escucho:
Hasta la raíz / Me voy de casa //
Natalia Lafourcade
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