Recuperar la tranquilidad a
través de una caminata, es un ejercicio que hace tiempo no realizábamos. Con
cámara en mano, y tras algunas gotas de incipiente y tímida lluvia que se
desdibuja en el cielo, hacemos algunas tomas manuales, jugando con la abertura
de la cámara, y los formatos de iluminación.
Hace un par de días leía una nota
donde se planteaban cinco ejercicios sencillos para mejorar el desarrollo del ojo fotográfico, no importando que se
trate de una cámara digital/no manual. El secreto está en volver a los antiguos
ejercicios, cuando aún existían rollos fotográficos limitados, que nos
obligaban a valorar las imágenes que extraemos de todo cuanto nos rodea.
Viendo las cuentas en redes sociales,
las personas comparten cientos –a veces
miles– de fotografías. Es irónico
como, siendo arquitectos muchos de ellos, no reparan en la calidad o técnica de
la fotografía, sólo les interesa compartir el momento, el hecho mismo de
encontrarse en tal lugar, o con tales personas, en ciertos eventos, para
presumir así su estatus.
Caminando por las inmediaciones
de la colonia donde viven mis padres, llevamos a cabo el ejercicio de imaginar
que contamos con un rollo fotográfico de sólo doce disparos, lo que nos obliga
a observar a detalle antes de apretar el botón de nuestra cámara para captar
esa serie de circunstancias que miramos a través del lente.
Cuando un oficial de policía,
desde su patrulla, detiene nuestro paso, preguntándonos qué hacemos, nos
confirma que hoy por hoy, ese ejercicio que realizo es de la vieja escuela, y
nadie utiliza su cámara de fotografía para extraer pacientemente imágenes como
ejercicio para desarrollar técnica.
Sonriendo, y respondiendo que
sólo tomamos fotografías de un atardecer en brisa de lluvia, proseguimos
caminando, observando a detalle el panorama, y reflexionando en torno de las
circunstancias que definen nuestra vida por estos días.
Esas notas breves, reflexivas,
acompañadas de simples imágenes fuera de foco, que solíamos publicar años atrás
en este diario digital, tienen ahora un vital valor para nosotros.
Escucho:
Someone to watch over me [Live audio from The
Wilshire Theatre] / Chris Botti
My funny Valentine / Chris Botti featuring
Sting
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