Una apuesta arriesgada la que la Academia de Artes y Ciencias
Cinematográficas realiza este año al premiar a Spotlight, y su controversial discurso contra la Iglesia Católica.
Hace años que no escribo en este
espacio para reseñar una película. Quizá por falta de tiempo, quizá por no
encontrar una propuesta que me impactara como lo ha hecho el trabajo de Tom McCarthy, dirigiendo este drama de
proporciones sociales.
Al término de la película, ciudades
de nuestro país aparecen dentro del listado de lugares alrededor del mundo
donde existen reportes del conflicto que se plasma delicadamente en la trama.
Con una narrativa más bien lenta,
pero espacialmente deliciosa, director
y actores retratan con gran detalle, los eventos y circunstancias que dieron
forma a la publicación por parte de un periódico de Boston, la Verdad en torno a la pedofilia
dentro de la iglesia, comenzando precisamente en la ciudad natal del medio
de comunicación.
Las actuaciones son sencillas, en
cuanto a caracterización, apariencia y vestuario, pero no con respecto a la
profundidad psicológica, donde
sobresale la interpretación de Mark
Ruffalo, como un apasionado reportero que entrega su vida entera y sus
habilidades en aras del bien social. La sola escena de su discusión con Michael Keaton, me ha arrancado las
lágrimas, por su fuerza y la solidez de su alegato. La persona real que Keaton retrata, es un hombre altamente
maduro, que demuestra temple, inteligencia y frialdad objetiva, al no dejarse
llevar por la pasión, la crueldad, la injusticia indescriptible que el hecho
sobre el que gira la trama, representa. Yo no hubiera podido tomar una
decisión, como la que se tomó en la realidad, inmortalizada en esa escena.
Una gran lección de Ética y
responsabilidad moral.
Vivimos tiempos difíciles, donde
las redes sociales, y, en general, los medios de comunicación, son capaces de
descubrir, dar a conocer, difundir o alterar la realidad, de maneras que no
somos capaces de comprender. Spotlight
hace un excelente trabajo al verificar cada escena, cada encuadre, cada palabra
del guión, para brindar un relato
altamente creíble. Las imágenes, y el juego de espacios, arquitectónicos, urbanos, y recorridos espaciales por
todos los rincones de la edición de la película, la convierten en una experiencia
indescriptible, complementada por el trabajo sonoro de Howard Shore, basado enteramente en la suavidad y profundidad del piano, y ese arrastre armónico
indistinguible que acompaña cada secuencia, de tal manera que el espectador no
percibe –incluso– cuando arriba un mortal silencio que no hace sino coronar el
conflicto de intereses, y ese dejo de suspenso.
Sublime.
Un proyecto que no representa una
experiencia cinematográfica lineal u ordinaria –a lo que estamos acostumbrados–,
pero que al final del día, no decepciona de ninguna manera.
Premio bien merecido.
Imagen tomada de la liga:
Escucho:
Missing (Chris & James Full on club mix) (from "Missing: The Remix EP")
Excelente crítica. Totalmente de acuerdo, cabe decir que lo que más gusta de la película es la forma en la que se muestra una investigación periodística real y concisa. Los personajes de En primera Plana te llevan a una mirada íntima a su mundo laboral, como enfrentan y lidian con los obstáculos que se les presentan, e incluso somos testigos de sus mismos conflictos personales. A pesar de todo lo que se ha dicho de la película, tanto las buenas críticas como las malas, cabe destacar que uno de los temas que aborda es muy sensible para nuestra sociedad. Aunque se trabajó todo el guión bajo la perspectiva y lupa de la investigación periodística haciéndola un poco lenta y tediosa para algún público, es cierto que ahora se volverá un referente por haber ganado un Oscar.
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