Una historia desarrollada a lo largo de diez años, con una narrativa literaria repleta de imaginación y una crónica cinematográfica llena de fantasía, que llega a su final.
Los personajes, las circunstancias, los pasajes fueron inspiración para escribir, para imaginar, para poner en marcha la creatividad en diversos proyectos, pero, sobre todo, para no desistir, para luchar, para no dejar atrás las metas y alimentar la perseverancia.
Musicalmente hablando, la historia dejó una serie de vivencias espaciales que me han acompañado a lo largo de los años en diversas etapas, actividades, proyectos y circunstancias.
Hoy, siendo consciente del inminente destino de la historia, y de su adiós irrevocable, me he dispuesto a continuar en contacto con esa magia creada, por medio de las notas de la escenografía sinfónica diseñada como telón para el desarrollo de esta peculiar narración.
La Música es -para mí- una forma de perpetuar -casi- cualquier cosa. En múltiples ocasiones he expresado mi disgusto por las despedidas. La Música es una manera de continuar con la Vida después del dolor de decir adiós. Es una manera de mantener la luz encendida de esa energía, de esa fuerza, de esa experiencia de lo que fue, y que sirvió de fortaleza y guía para la existencia.
Gracias a la Música, esos espacios y sensaciones arquitectónicas -esa fue la manera en la que yo viví la serie completa- continúan presentes.
Y lo harán por siempre, en la memoria y en el corazón.
Escucho: Harry Potter and the philosopher's stone / John Williams & Harry Potter and the chamber of secrets / Music composed by John Williams, adapted and conducted by William Ross
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