Me he propuesto que, la mayoría de ellas, inmerso en el despacho, sean a partir de este día, momentos alegres de creación y de relajación amena.
El día de hoy lo invertí casi en su totalidad en la manufactura creativa de ese nuevo proyecto literario que me ha cautivado en sobremanera.
Hace algunos meses -aún lo recuerdo- realizaba una retrospectiva en torno al proceso de creación de 12 campanadas hacen un reloj.
Pensé que pasaría mucho tiempo más antes de estar involucrado de nueva cuenta en un proceso de génesis literaria. Son periodos gratos y enriquecedores, pero sutiles y desgastantes.
Este proyecto, en el que ahora trabajo, ha encontrado cabida por una sencilla razón: el reto que exige.
Cuando me decido a involucrarme en un proyecto nuevo, es porque existen circunstancias que me han hecho reflexionar y considerar que dicho proyecto es una propuesta interesante, que plantea retos y obstáculos, pero, sobre todo, porque finalmente tiene mucho que aportar al público en todos los sentidos.
Cada libro escrito ha planteado objetivos y retos difíciles en diferentes grados. Eso transforma el proyecto en una situación que motiva a su desarrollo y creación.
Cada libro escrito ha planteado objetivos y retos difíciles en diferentes grados. Eso transforma el proyecto en una situación que motiva a su desarrollo y creación.
Este nuevo proyecto presenta retos no abordados en los dos libros anteriores.
Es un libro que aborda -una vez más, no puedo evitarlo- a la Arquitectura, desde un enfoque diferente y completamente opuesto a las dos propuestas anteriores.
El reto que se presenta es comprender a la Arquitectura desde el punto de vista profesional, a la par que creativo, en una perspectiva no considerada con anterioridad.
En gran medida -imagino- éste era el paso siguiente después de haber escrito y publicado libros como V, L & D y 12 campanadas. No me gusta repetirme, o no creo necesario extender el concepto de dos proyectos concebidos y compartidos, y que han representado objetivos personales que han dejado gratas experiencias y satisfacciones.
Este proyecto es algo nuevo, diferente y sumamente complejo. Lo que exige de mí es la capacidad de clarificar lo que la experiencia arquitectónica ha sido para mí y mi Vida, no sólo desde el punto de vista profesional/disciplinar, sino desde el punto de vista académico, pero, sobre todo, humano.
Los estudios y la experiencia de la Maestría en Diseño Arquitectónico serán las herramientas indispensables para consolidar este nuevo proyecto literario, que exige madurez y suma objetividad, además de la aplicación de la experiencia en el campo de la Creatividad.
Me siento contento, listo y decidido a afrontar el reto.
Hace mucho tiempo que no experimentaba felicidad y motivación al estar inmerso en un proyecto nuevo.
Otro de los desafíos que este proyecto exige es el diseño integral y completo, no sólo de los ejercicios y el enfoque práctico del texto, sino de todo el material gráfico del libro. He apostado por lecturas complementarias que giran en torno a la metafísica, así como el uso de diagramas e ilustraciones de diversas índoles, por primera vez en el desarrollo literario, lo que implica un riesgo grande.
El Diseño en todo el esplendor de su concepto.
Un reto enorme, debo confesar…
La imagen que acompaña esta nota es una muestra de lo que se realiza en este momento en la etapa de producción de este proyecto, que cuenta, inclusive, con nombre y un concepto muy definido.
Escucho: Thief of hearts / Madonna
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