Es la primera vez que paso una noche con la guitarra en
mano, raspando con mis dedos las notas que extraigo de mi oído nulo, de aquella
bella melodía.
Es la primera noche que veo como la luna existe, y camina,
lenta, silenciosa, susurrándome al oído ese murmullo que despierta tu
presencia.
Es el primer momento donde confieso con notas tristes, que
te amo.
La Música es hoy un aliciente, casi un alivio al dolor, y a
la tristeza.
Es la manera que tengo de resistir este maldito sentimiento al
no poder confesarte lo que siento.
Días complejos.
Soledad.
Distancia.
Aislamiento.
Pero son las notas de guitarra las que me brindan el consuelo,
mientras mi corazón se parte en dos, y mi espíritu desfallece paulatinamente en
el valle del olvido.
Y la noche prosigue su curso, mientras la oscuridad se traga
todos los recuerdos.
Al igual que estas lágrimas…
Imagen tomada de la
liga:
Escucho:
No end /
Candy Dulfer
Be thankful for what you´ve got / Massive Attack
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