Una parte de la filosofía personal consiste en aprender de
absolutamente todas las personas con las que tengo contacto humano.
En las últimas horas he encontrado a quienes hace tiempo no
veía, y pude platicar de nueva cuente, aunque sólo por escasos minutos,
diseñando charlas amenas y valiosas.
Gracias a Mario
Ángeles por enseñarme que el verdadero valor de una persona se halla en su
sinceridad y sencillez. A Bernardo Muñoz
por la alegría y por obsequiarme un abrazo cada que lo veo. Y a Luis Ángel Tron por el legado de
abdominales, que hoy forman parte de mi rutina.
Cada persona, deja algo que me gusta considerar como una
lección, una porción de aprendizaje que intento de inmediato integrar a mi
vida, de esa manera siempre encuentro algo por lo cual estar agradecido.
Escucho:
Show me / Garbage
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