Deseo agradecer enormemente a mi madre, la profesora y
amoróloga Rosy Flores P., por
demostrarme la templanza y fortaleza día con día.
Es una persona perseverante, que, a pesar de su edad y de lo que las personas pudieran pensar u opinar al respecto, ha logrado metas increíbles, que la han convertido en una mujer exitosa, comprometida con su causa, y, sobre todo, con un alto potencial humano.
Mi madre me enseña una gran lección de vida.
La edad no interesa, ya que al término del día, cada etapa
humana es hermosa y única, siendo cada uno de nosotros quienes decidimos qué
hacer de nuestra existencia en esta Tierra.
Felicidades por este día, y por enseñarme a luchar para
cumplir los anhelos, y transitar sin descanso, para hallar el destino escrito
que debe ser cumplido, y que exige lo mejor, y lo más hermoso y comprometido de
nuestra persona.
Este reconocimiento que te han hecho, es sólo una pequeña
muestra de lo que representas para quienes te conocemos, y nos dejamos guiar
por la luz de tu sabiduría y alegría, eternas.
Escucho:
Walt
Grace´s submarine test. January 1967 / John Mayer
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