Los espacios son como lo somos nosotros.
A veces ignoramos lo que sucede a nuestro alrededor, y otras
tantas, nos ignoran.
Hace algunos días, escribía un tweet donde expresaba lo que acontecía con un compañero de trabajo,
que me ignora dentro del área donde ambos laboramos.
Si es sano o no llegar a actitudes como éstas en las áreas
laborales, seguramente despertará una serie de discusiones interminables, con
miembros en cada bando contrario.
Para mí es simple: quien
ignora a los demás es porque se ignora a sí mismo.
¿Es eso malo?
No, siempre y cuando esa terapia sea consciente y cumpla su
propósito: madurar.
He aprendido a no ignorar a nadie, pero sí darle a cada
persona que conozco su debido lugar.
¿A qué me refiero?
Las personas somos complicadas, deseamos obtener derechos y
privilegios, pero no estamos dispuestos a sacrificar algo para obtenerlos.
Cuando -seguramente
les ha sucedido a ustedes en su experiencia laboral- alguien no comparte tu manera de comprender las cosas, comienza
un proceso de conflicto desgastante que llega a los límites de la inmadurez -por no decir estupidez-. Nadie está
dispuesto a ceder, porque exige tener la razón [sin siquiera detenerse a
escuchar o conocer siquiera la postura del contrincante].
Entender lo que sucede, desde la profundidad de la razón, es
primordial.
Cuando comprendí que la ignorancia hacia mi persona no era
más que ignorancia personal de quien la emitía, todo tuvo sentido.
Cada uno es espejo de la persona que ignora, así que lo
único que hacemos es ignorar nuestro reflejo en la persona en la que
depositamos este extraño sentimiento, ignorando una parte valiosa de nosotros.
En la nota anterior hablaba de uno de los secretos de la
filosofía personal: aprender de
absolutamente todas las personas que me rodean. Si las ignoras, ¿qué
aprenderás de ellas?
Ignorar exige el doble de energía, que discutir, debatir o
cualquier otro tipo de acercamiento.
Y lo peor de todo… Niegas la oportunidad de aprender.
Escucho:
Derezzed / Daft Punk
Just like
heaven / The Watson twins
Case of the
fake people / TLC
No hay comentarios:
Publicar un comentario