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miércoles, 28 de agosto de 2013

Experiencias espaciales sensoriales

Hace algunas semanas viajamos a Mineral del Chico, para promocionar los libros escritos y disfrutar un poco de Espacio y Tiempo fuera de la rutina y el estrés de la labor cotidiana.
¡Cuál fue mi sorpresa al encontrar un acogedor y sumamente agradable espacio antiguo, acondicionado como hotel tradicional a la vez que actual y moderno!
Como arquitecto, me cautivó la flexibilidad y la franqueza del sistema constructivo antiquísimo, ahora transformado en una propuesta habitable innovadora y por completo acogedora.
Como usuario, fue indescriptible vivir un espacio repleto de calidad de hogar e intimidad, en un clima frío y lluvioso, que en ningún momento penetró los gruesos muros del edificio que sirvió de refugio durante un par de días.
La visita a lugares se ha convertido por estos días en un gusto de nueva cuenta, ya que tras haber concluido el segundo libro publicado, nos separamos conscientemente de los recorridos y los viajes fuera de la ciudad, para concentrarnos en metas profesionales relacionadas con el diseño y la construcción.
Ahora retomaremos de nueva cuenta las salidas.
Es extraño, pero en las últimas semanas hemos abandonado las labores cotidianas, para retomar antiguas actividades, como la producción de series de antaño basadas en textos escritos, que habían sido abandonadas, la lectura de libros profundos y reflexivos, y las travesías a otros lugares.
En breve viajaremos a sitios nuevos, y a otros ya conocidos y hasta cierto punto, familiares. Por mi mente cruza la idea de la posible génesis de un nuevo proyecto literario, derivado de estos viajes. Aún no se encuentra clara la idea al respecto, pero los Espacios, y las circunstancias que se viven actualmente, han ido penetrando el alma, y alentando algunas fibras internas adormecidas.
Será grato dejarse llevar por este periodo de creatividad y transformación.

Escucho:
Be still my beating heart / Fragile // Sting

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